El Supremo revisará este miércoles la condena impuesta al asesino de dos policías en L'Hopitalet

Actualizado: lunes, 4 abril 2011 19:24

El alto tribunal ordenó repetir un primer juicio celebrado en 2008 contra el asesino para que el caso lo viera un jurado popular

BARCELONA/MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo revisará a puerta cerrada el próximo miércoles la condena a 93 años y 11 meses de cárcel que el pasado mes de noviembre el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) impuso a Pedro Jiménez después de que un jurado popular le considerara culpable por unanimidad del asesinato de dos policías en prácticas en 2004 en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

Jiménez recurrió la decisión del jurado alegando, entre otras cuestiones, una posible imparcialidad de los miembros del jurado debido a la mediatización del caso.

Sin embargo, el TSJC desestimó el recurso y confirmó la pena, que ahora volverá a ser revisada por el Tribunal Supremo.

La condena confirmada el pasado mes de noviembre es 11 años superior a la que fue dictada por la sección sexta de la Audiencia de Barcelona en septiembre de 2008 --que le condenó a 83 años y tres meses de prisión--, que quedó anulada por el Tribunal Supremo al considerar que debía ser juzgado con jurado popular.

Jiménez fue condenado por dos delitos de asesinato, uno de violación, otro de profanación de cadáver, de incendio, de robo con violencia, allanamiento de morada y otro de quebrantamiento de condena.

El jurado popular consideró probado que el 5 de octubre de 2004 a las 08.00 horas, el acusado --que disfrutaba de un permiso penitenciario-- acudió a L'Hospitalet de Llobregat y se dirigió a la Rambla Marina de Bellvitge, donde logró introducirse en la portería del inmueble de las dos víctimas, agentes de policías en prácticas, y tomar el ascensor con una de ellas, Silvia N., exhibiéndole una navaja y obligándola a dejarle entrar en su domicilio.

Según el relato de hechos probados, Jiménez inmovilizó a las dos jóvenes, atándolas de tobillos, manos y cuello, cada una en una habitación distinta, y las amordazó para evitar que gritaran.

Después, violó a una de ellas, María Aurora G., antes de asestarle cuatro navajazos por la espalda, causándole la muerte.

Posteriormente, Jiménez se dirigió a la habitación donde se encontraba Silvia N. y la apuñaló cinco veces.

Tras matarla, la desnudó y la vejó, y antes de abandonar el domicilio de las víctimas, robó una tarjeta de crédito de María Aurora, se cambió de ropa y prendió fuego a un sillón y un sofá situados en el salón del primer piso, a los colchones de tres habitaciones del piso superior --Silvia N. y María Aurora G. estaban en dos de ellas-- y a un montón de ropa, con "absoluta indiferencia hacia los numerosos vecinos que en ese momento estaban en sus respectivas casas".

Sobre las 10 de la mañana, el acusado abandonó el edificio, y en dos ocasiones, el procesado intentó sacar dinero con la tarjeta de María Aurora.

En lugar de regresar al centro de Can Brians porque terminaba su permiso, Mustafa K.D. lo llevó a su domicilio, en Girona, donde fue detenido el dia 7.

La Audiencia consideró que las pruebas mostradas durante el juicio --como la huella de Jiménez en la hebilla del cinturón que ataba a una de las víctimas, el semen encontrado en una de las fallecidas, el hecho de que estuviera en posesión de varios objetos de las jóvenes o la sangre en las zapatillas que abandonó en un restaurante-- junto con la "inverosimilitud absoluta de la declaración" son indicios suficientes y sólidos para establecer la autoría del acusado.