BARCELONA, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las obras del monumento a los castellers de Barcelona se han retomado este lunes en la plaza de Sant Miquel, junto al edificio histórico del Ayuntamiento, han confirmado a Europa Press fuentes del Gobierno municipal.
Las obras las había paralizado en junio el gobierno saliente de Jordi Hereu a instancias del nuevo equipo de Xavier Trias para evaluar alternativas, puesto que el nuevo Gobierno municipal dudaba de que la ubicación que le adjudicó Hereu fuese la mejor posible.
El monumento, del escultor Antoni Llena, estará formado por unas finas ramas de acero entrelazadas que forman una torre cilíndrica de unos 30 metros, rebasando la altura del edificio consistorial, y tendrán el coste que había proyectado el anterior gobierno: 600.000 euros el monumento y 30.000 adicionales de la obra civil.
Una reunión entre Trias y Llena convenció al nuevo alcalde de la necesidad de mantener la obra en la plaza, ya que, según fuentes consistoriales, "el autor ideó la obra para una ubicación concreta que debía respetarse".
El encuentro se produjo a finales de julio, en la ronda de contactos que emprendió el nuevo consistorio de CiU para decidir dónde ubicar el monumento, ya que vecinos y comerciantes de la plaza se manifestaron en contra de su construcción.
Pese a mantener la ubicación inicial, el Ayuntamiento ha introducido modificaciones en el proyecto final, como la eliminación del amasijo metálico que remataba la cúspide del monumento aprobado por Jordi Hereu, por motivos "exclusivamente artísticos".
Además, la obra se asentará sobre unos cimientos "especiales", que permitirán acceder al subsuelo de la plaza Sant Miquel, un espacio en la zona vieja de Barcelona bajo la que hay los restos de unas termas romanas.
El objetivo es que los cimientos del monumento no impidan acceder al subsuelo si en algún momento se plantean trabajos arqueológicos en la zona, ha aclarado el consistorio.
VAIVENES DE LAS OBRAS
Con la reanudación de las obras, el monumento cierra una historia de vaivenes, ya que tras haberse iniciado en abril ya se paralizaron porque el Ayuntamiento carecía de todos los permisos para realizarlas.
Los motivos principales de que se retrasaran era que no había concluido un informe de los servicios arqueológicos y algunos trámites de patrimonio, aunque también faltaba acabar de tramitar el permiso de ocupación de vía pública.
Sin embargo, las obras se retomaron a mediados de mayo en plena recta final de la campaña de las elecciones municipales, pero en junio volvieron a sufrir el parón a instancias de Trias, que quería analizar otras ubicaciones.
