BARCELONA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno municipal de Barcelona de Xavier Trias (CiU) reclamará a la Generalitat que le devuelva en buen estado la antigua fábrica de Can Ricart del Poblenou, y que está aquejada por problemas de conservación, ha afirmado el quinto teniente de alcalde y responsable de Cultura, Jaume Ciurana.
Lo ha dicho en el pleno municipal de este viernes, que ha ratificado la disolución del consorcio del fallido proyecto de la Casa de les Llengües que debía ubicarse en Can Ricart, lo que ha contado con el apoyo del Gobierno municipal de CiU, PP y UpB, y el voto en contra del PSC e ICV-EUiA, y que supondrá ahora abrir un periodo de exposición pública.
Ciurana ha dicho que defenderán que la Generalitat devuelva el edificio "consolidado", con lo que ha prometido velar por los intereses de una antigua fábrica que tiene la consideración de Bien Cultural de Interés Nacional --como el Monasterio de Poblet, ha dicho--.
Ha enmarcado las conversaciones en una comisión liquidadora para fijar las condiciones del fin del proyecto, decisión que ha asegurado que no es del agrado del Gobierno municipal, pero la Generalitat lo lideraba es quien ha hecho marcha atrás.
Jordi Martí (PSC) ha criticado que la fábrica será devuelta al Ayuntamiento en peores condiciones de lo que estaba cuando el consistorio la cedió a la Generalitat, e incluso "sin cubierta" en algunas partes, mientras que Isabel Ribas (ICV-EUiA) ha censurado renunciar al proyecto sólo por dinero.
22,3 MILLONES DEL ESTADO
Según Àngels Esteller (PP), el Ministerio de Industria ha aportado al proyecto 22,3 millones de euros entre 2005 y 2010, casi la mitad de los cuales para consolidar el edificio, si bien 5,3 del total aún no se han ejecutado, con lo que se ha preguntado por lo realizado con estas subvenciones estatales.
Esteller ha recordado su rechazo a la Casa de les Llengües porque siempre habían considerado que era "un proyecto faraónico" del ex vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod Rovira (ERC).
El líder de UpB, Jordi Portabella (ERC), ha defendido que la iniciativa no era de Carod sino "de país", y ha defendido el proyecto porque entiende que podría situar Catalunya como líder de la defensa de la diversidad cultural.
