BARCELONA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El ex primer teniente de alcalde Xavier Casas defendió hoy la legalidad del convenio firmado entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y el Palau de la Música el 24 de octubre de 2006 y aseguró que el proyecto era "bueno en sí mismo para el conjunto del barrio, para la ciudad, para la institución y para lo que representa para el país el mismo Palau" y no supuso ningún perjuicio para la ciudad.
A la salida de su declaración como testigo ante la titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Barcelona, Casas explicó a los medios de comunicación que el Ayuntamiento decidió dar apoyo al proyecto del ensanche del espacio urbano del entorno del Palau y la disponibilidad de un uso vinculado al hotel, y que lo consideraron una segunda parte del proceso de mejora propuesto por la Fundación, tras la ampliación del edificio histórico entre 2001-2004.
"Este segundo proyecto ha requerido del acuerdo, consenso y participación de todo el mundo, del Ayuntamiento, de la Generalitat y de la propia Fundación por el interés que tenía para la ciudad", apuntó.
Destacó que el proceso quería "asegurar" que no se pudiera producir "ninguna irregularidad" y reconoció la profesionalidad y honradez de los técnicos y responsables de urbanismo.
Casas se mostró evasivo en algunas preguntas y no quiso responder si se sintió engañado por Millet y Montull. Sobre si considera que Millet fue insistente, subrayó que el proceso era largo y "todos tenían la voluntad de ir avanzando". Casas no quiso explicar si se sintió o no influenciado por Millet aunque aseveró que su trabajo se había "ajustado a la legalidad estricta".
Al ser preguntado sobre si fue él quien escogió la finca sobre la que se iba a realizar la permuta, Casas matizó que él no tomó "una decisión en un sentido o en otro" porque no le correspondía.
Explicó que el convenio firmado a tres bandas no prevé descatalogar fincas protegidas, sino que solo "recoge y recuerda" que este tipo de fincas se encuentran en los terrenos. Matizó que el convenio solo era "el inicio de un proceso", que debía definirse a través de los trámites posteriores.
