VALENCIA, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
Cerca de 65 ciclistas participan desde este sábado en una marcha que ha partido de Valencia con destino a Alcoy (Alicante) en defensa de la bicicleta y el tren y a favor de la movilidad sostenible, una postura que "traspasa la barrera de la ecología" y que se ha convertido en una "política social necesaria ante el empobrecimiento de la población y el elevado coste de los carburantes", según han explicado a Europa Press fuentes de la institución organizadora, la Federación Española por el Medio Ambiente y contra el Cambio Climático.
Durante tres días los ciclistas recorrerán las localidades de Valencia, Xàtiva, Alcoy y Gandia, y realizarán dos concentraciones. La primera se ha celebrado este sábado en la Estación del Norte de Valencia para defender el Tren Regional Valencia-Alcoy, debido a su "deterioro y abandono".
La segunda concentración tendrá lugar, a las 10.00 horas, en el Pabellón Polideportivo Francisco Laporta de la localidad de Alcoy. Los participantes de la convocatoria se alojarán en pabellones municipales.
LA MOVILIDAD SOSTENIBLE, "LA MÁS EFICIENTE Y ECONÓMICA"
En ambas concentraciones se leerá el manifiesto 'Movilidad sostenible, una política social más', que aboga por la utilización de la bicicleta por la ciudad y el tren en trayectos interurbanos por ser "la fórmula más eficiente y económica que existe".
En este sentido, la Federación ha indicado que, "con una tasa de desempleo que roza el 24 por ciento, los salarios cayendo en picado y el precio de la gasolina subiendo, las inversiones que fomenten una movilidad sostenible han traspasado el plano ecológico para convertirse en una necesidad social en aumento".
"Con marchas como ésta queremos animar a los ciudadanos y administraciones a valorar los dos medios de transporte más eficientes que tenemos, la bicicleta y el tren", ha afirmado la organización, que ha añadido que demandan mejoras en infraestructuras y servicios "que fomenten su uso".
Entre sus reivindicaciones está el tren Regional Valencia-Alcoy, ya que, según la organización, el tren tarda dos horas y seis minutos en recorrer 105 kilómetros, y ha criticado desde su puesta en marcha en 1904 el trayecto "sólo se ha reducido 15 minutos en el tiempo".
