Cultura.- Dos investigadores hallan el primer plan de reforma urbana global de Valencia que estaba extraviado e inédito

Actualizado: martes, 19 febrero 2008 16:00

El proyecto de Ferreres data de 1891 y es el trabajo histórico "más ambicioso, a la altura de los planes de Madrid y Barcelona"

VALENCIA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

Dos investigadoras valencianas han descubierto entre los fondos del Archivo Histórico Municipal el proyecto de reforma interior de Valencia de Luis Ferreres, la propuesta de intervención urbanística global de la ciudad más antigua, diseñada a finales del siglo XIX, y que hasta ahora estaba extraviada e inédita. El hallazgo presenta una importancia clave para la historia de la capital, ya que el de Ferreres es "el más ambicioso proyecto del urbanismo valenciano, a un nivel similar de los ya conocidos y divulgados planes de Barcelona y Madrid".

Las especialistas Marta García Pastor y Rosario Casao Piquer, con la colaboración de los funcionarios del Archivo Histórico Municipal, dieron con este material --que incluye diferentes planos y abundante información-- mientras estudiaban las reformas interiores de Valencia en el siglo XIX. Durante este proceso, ha aparecido el Proyecto original de luis Ferreres junto con otros documentos inéditos "y de inestimable valor", según destacaron a Europa Press las investigadoras.

Las estudiosas explicaron que hasta ahora se conocía el plano de la Reforma Interior de Valencia elaborado por Federico Aymamí en 1911 y se sabía de la existencia de un proyecto previo, redactado por Luis Ferreres en 1891, pero que se había perdido, lo que impedía conocer su contenido y alcance.

La génesis de este proyecto que ahora, siglos después, sale a la luz y que podrá catalogarse por primera vez, comenzó en 1876, cuando el Ayuntamiento de Valencia inició los trámites para la redacción de un Plan de Reforma Interior de la Ciudad por el deseo de Valencia, compartido por otras ciudades europeas, de modernizarse siguiendo la estela del París de Haussman.

Con este fin, en 1881 se había elaborado el plano conjunto y los de 14 secciones o planos parcelarios, en que se dividía el caso de la población. Estos planos eran conocidos, pero no así su origen y autoría que, gracias a los documentos encontrados, se han podido atribuir a los arquitectos municipales Joaquín María Arnau, Luis Ferreres y Antonio Monforte, además de Vicente Constantino Marzo como arquitecto mayor.

La pretensión inicial de aprobar un plano general de la ciudad debió poner en evidencia la conveniencia de estructurar la intervención mediante la creación de unas grandes vías que de forma lineal cruzaran el tejido histórico más o menos degradado, sirvieran de acicate al resto y lo arrastrasen a su renovación.

De este modo, en 1890, el Consistorio encargó a Ferreres el 'Estudio de la Reforma Interior de la Ciudad sobre la base de al apertura de una calle de 30 metros de ancho que desde la expuerta de Ruzafa llegase hasta la de San José'.

Este gran vial desde Ruzafa se apoyaba en el trazado de otra gran calle central de 25 metros de latitud desde el puente del Real a la calle de San Pedro Pascual junto con la reforma de las afluentes y modificación del Proyecto de gran Vía de 30 metros. Esto supuso el primer proyecto global de la ciudad: el primer Plan General.

HISTORIA "SESGADA"

Ambos proyectos eran hasta el momento inéditos, por lo que la historia del urbanismo valenciano se conocía de forma sesgada, "de manera que se había atribuido al Plan de Reforma Interior de Federico Aymamí de 1911 una originalidad y relevancia que no le correspondía", apuntaron.

Para Marta García Pastor y Rosario Casao Piquer, "los trabajos de Luis Ferreres, elaborados veinte años antes, sorprenden por su cuidada elaboración, su diseño gráfico y tipográfico y su belleza cromática". "Pero más que sus cualidades formales, destaca su perfección desde el punto de vista urbanístico y jurídico", aseveraron.

En la documentación se analiza pormenorizadamente los edificios a demoler, los costes de expropiación, y urbanización, los solares resultantes y el eventual producto de su venta. Así, como curiosidad, se ha podido averiguar que, de haberse llevado a cabo la reforma de Valencia, hubiera costado 67.981.288,03 pesetas.