VALENCIA, 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
Francia presenta en la Sección Oficial de la XXXI Mostra de Valencia la película 'La lisiere', que indaga en la "perversión adolescente y adulta" y reflexiona sobre el proceso de transmisión de valores no siempre adecuados, han informado fuentes del festival.
La sala de 12 de los cines Lys, ha acogido, tras la proyección de la película, la rueda de prensa con la directora del filme, Geraldine Bajard. 'La lisiere' cuenta la historia de un joven médico trasladado a una pequeña población donde es acosado por una banda de adolescentes conflictivos que viven en una exclusiva urbanización de lujo.
Geraldine Bajard ha explicado que el título de la película se refiere "al borde, el límite, que está entre el bosque y los campos donde está la residencia, y está también en los personajes, al límite entre dos situaciones, los adolescentes más viscerales y los adultos con su necesidad de integrarse en la sociedad".
La directora francesa ha comentado que quería mostrar "a los adolescentes como personajes manipuladores". "Me encantan las figuras malignas pero es un análisis de una estructura social en la que los padres transmiten unos valores que no siempre son positivos. Quería hacer una crítica a esta dinámica de transmisión de valores", ha resumido.
Los personajes adultos tampoco salen bien parados en la película de Geraldine Bajard. "Me intriga esta sociedad que quiere alargar la juventud sin darse cuenta de que es una etapa de transición, con su razón de ser, pero no definitiva. Hay una generación que le parece difícil aceptar la edad adulta", ha opinado.
La realizadora también ha querido hacer mención a la relación entre el matrimonio protagonista de la película "se entregan al juego de la representación porque quieren entrar en el sistema establecido. No son víctimas del sistema, lo aceptan por propia voluntad".
Respecto a la producción de la película, Bajard ha explicado que el proyecto empezó años atrás en una exposición en Berlín hubo una productora se interesó. "Yo dejé el proyecto pero me insistieron tanto que lo retomamos. Junto con esta pequeña productora alemana hicimos el guión y buscamos coproducción francesa", ha dicho.
Tras estos hechos, en 2009, comenzó el rodaje. "Conocí a un directora de fotografía que hacía una iluminación poco naturalista, que es lo que yo quería, una iluminación que remitiese al cine fantástico. Hubo mucho trabajo de logística porque trabajamos sobre escenarios en espacios públicos", ha relatado.
