El delfín que apareció varado en la costa de Alicante muere al no superar una infección y fallo multiorgánico

ALICANTE 8 May. (EUROPA PRESS) -

El Delfín de Risso o Calderón gris que apareció en la costa alicantina el pasado 18 de abril y que se encontraba bajo seguimiento veterinario en el Oceanogràfic, murió ayer domingo, 7 de mayo, tras no superar una infección y fallo multiorgánico, según informaron hoy en un comunicado fuentes de la Generalitat valenciana.

El animal llegó a las playas de Benidorm (Alicante) "extremadamente débil, enfermo y delgado", por lo que se decidió no someterlo a un largo viaje hasta Valencia y organizar su alojamiento provisional en instalaciones de Terra Natura.

Una semana más tarde, el ejemplar, una hembra muy joven de unos dos metros de longitud, fue trasladado al recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias para un mejor control por parte de los veterinarios y cuidadores. En este lugar se ubicó en una piscina prefabricada de uso exclusivo junto a la cual se organizó un laboratorio y cocina de emergencia.

Durante las 24 horas del día, equipos de al menos tres personas han vigilando y ayudado al delfín en turnos de ocho horas. Desde su llegada, ha estado sometido a un exhaustivo seguimiento que ha incluido pesaje y análisis sanguíneos diarios, endoscopias, radiografías y otras pruebas diagnósticas. Además, ha recibido durante este tiempo una alimentación basada en una mezcla de leche maternizada enriquecida, que se administraba cada dos horas.

Desde un principio el cetáceo se ha encontrado en estado muy grave, mostrando, entre otros, una marcada infección, problemas gástricos, dérmicos y musculares. A pesar de ello, en la primera semana de mayo "se apreció una leve mejoría que por desgracia no se prolongó".

A lo largo de estas tres semanas "se ha contado con la inestimable ayuda de otros centros europeos que han trabajado en situaciones similares con esta especie, como Oltremare en Italia y Zoomarine en Portugal". Igualmente, han trabajado en diferentes labores decenas de voluntarios de la Universidad Católica de Valencia, de la Facultad de Biología de la Universitat de València y del Centro de Recuperación de Fauna de El Saler, además, del personal de l'Oceanográfic.