VALENCIA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a dos mujeres de 36 y 40 años, de origen rumano y ruso, respectivamente, y a un hombre de 64 años, de origen ruso, acusados de estafar más de 95.000 euros a los clientes de sus locales de alterne cargando en sus tarjetas de crédito consumiciones y servicios no realizados y por importes "desorbitados".
Según ha informado la Jefatura Superior de Policía en un comunicado, los tres arrestados son los administradores de dos locales de alterne y un café de Valencia. Dos de ellos tienen antecedentes policiales y todos fueron puestos en libertad tras prestar declaración, con la obligación de comparecer ante el juez cuando sean citados.
Las investigaciones se iniciaron a raíz de una serie de denuncias en las que las víctimas manifestaban haber acudido a dos clubs de alterne de Valencia y tras realizar el pago con tarjetas de crédito por las consumiciones y servicios demandados y abandonar los locales, comprobaron a través de los extractos bancarios que les habían cargado importes por consumiciones no efectuadas y por cantidades desproporcionadas.
Siguiendo varias pesquisas, los investigadores averiguaron que estos establecimientos cambiaban de razón social cada pocos meses y funcionaban a través de una complicada red empresarial, en la que sus socios y administradores se entrelazaban sin ningún orden aparente. Al frente de los negocios era habitual encontrar a mujeres de origen extranjero, como testaferros, sin ninguna capacidad para la administración de las empresas.
Los policías comprobaron que los datáfonos desde los que se realizaron los cargos estaban a nombre de estas empresas y eran intercambiados entre los locales, posiblemente para dificultar una investigación policial.
PODRÍA HABER MÁS VÍCTIMAS
La mayor parte de las víctimas de esta estafa son extranjeros, en su mayoría turistas, ya que los responsables de los locales sabían que estas personas estarían de paso por Valencia durante un periodo corto de tiempo y para cuando se dieran cuenta del fraude, probablemente ya estarían en su país de origen, han precisado fuentes policiales.
Los policías comprobaron posteriormente que podrían existir más víctimas, extranjeros residentes fuera de España, por lo que se están realizando las gestiones oportunas para su localización a través de los mecanismos internacionales de cooperación y coordinación policial.
