ALICANTE, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL) y la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) han puesto en marcha un estudio que tiene como objetivo dar con un tratamiento, a través de estimulación eléctrica no invasiva, que posibilite la recuperación del olfato en pacientes que lo perdieron al contraer la COVID-19 y no lo han recuperado tres meses después de superar la enfermedad.
Para realizar este estudio, los investigadores llevan a cabo un proceso de búsqueda y selección de pacientes que cumplan con los requisitos que estipulen los facultativos y accedan voluntariamente a participar. Las pruebas tendrán lugar en las consultas externas de Neurología del Hospital General Universitario Doctor Balmis, informa la Conselleria de Sanidad.
El proyecto tiene como investigador principal a José M Azorín, catedrático de la UMH, y lleva por título 'Estudio exploratorio de los efectos del uso de neuroestimulación no invasiva en pacientes con anosmia persistente post COVID-19'. Azorín se puso en contacto con el servicio de Neurología y el grupo de investigación COVID del Hospital General de Alicante, que se encargan de la selección de pacientes y de las pruebas que se van a realizar en el centro hospitalario.
Este grupo multidisciplinar utilizará la tecnología que se desarrolla en el campus universitario de Elche en las consultas hospitalarias de Alicante. En concreto, se diseñará y evaluará una nueva estrategia basada en la estimulación transcraneal por corriente eléctrica directa.
Se trata, según el investigador principal de una técnica que permite modular la actividad neuronal de la persona de forma no invasiva, indolora y segura mediante el uso de electrodos superficiales no invasivos.
HALLAR UN POSIBLE TRATAMIENTO
Durante el proceso se aplica una corriente de baja intensidad para generar un flujo de corriente desde unos electrodos a otros que se sitúan sobre el cuero cabelludo. "El proyecto pretende dar con un posible tratamiento que en la actualidad es inexistente", recalca Azorín.
"La mayoría de los pacientes recuperan el olfato a los tres días, y como mucho a los tres meses de haber pasado el coronavirus, pero hay pacientes que no lo llegan a recuperar por completo, y con ellos queremos contar para llevar a cabo el estudio", apunta la investigadora de ISABIAL Rosa M Sánchez.
A cada paciente se le realizará un test olfativo que consiste en distinguir entre las sustancias olorosas que sirva para conocer el rango de pérdida de olfato y posteriormente se le practicará la estimulación transcraneal. Tras varias sesiones se volverá a repetir el test olfativo para comprobar la efectividad.
El proyecto, financiado por los fondos COVID-19 de la Generalitat, consta de tres fases. En la primera se lleva a cabo una sesión en la que se registra la actividad cerebral de la persona mediante electroencefalografía (EEG) mientras se le realiza un test de olfacción. A partir de la actividad cerebral se buscan los patrones cerebrales asociados a la anosmia, que es la pérdida de olfato.
En la segunda fase, el paciente se somete a cinco sesiones de neuroestimulación en un plazo de dos semanas en las zonas cerebrales asociadas a la anosmia. Finalmente, en la fase 3 los especialistas volverán a hacer un test de olfacción al paciente mientras se le registra de nuevo la actividad cerebral para ver los cambios producidos.
El equipo multidisciplinar que participa en el estudio está compuesto por investigadores de ISABIAL y la UMH. Por la universidad, además de Azorín, participan Eduardo Iáñez y Mario Ortiz, profesores de la UMH y miembros del mismo grupo investigador, mientras Desirée Irene Gracia y Tatiana Candela colaboran en tareas de investigación por parte de la UMH.
Y pory del Departamento de Salud que participan están, junto con Sánchez, Carmina Díaz y Alessandra Muñoz de Neurología; así como Óscar Moreno (Endocrinología) y Sergio Bañuls (Unidad de Enfermedades Infecciosas) que forman parte del grupo covid del Departamento de Salud Alicante-Hospital General.
