ALICANTE, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, consideró hoy que ha llegado "el momento de que los políticos miremos de frente, y no de lado, a la sociedad civil" y apostó por que el modelo de participación de la sociedad civil siga "profundizándose" porque "no la podemos excluir de nuestras decisiones".
Leire Pajín clausuró hoy en Alicante el foro civil 'Migraciones, desarrollo y seguridad humana en el Mediterráneo', en el que 30 expertos y representantes de la sociedad civil del Mediterráneo se han reunido durante los últimos dos días en Alicante para analizar la política de seguridad y migraciones de la Unión Europea en relación a los países Mediterráneos, y trasladar sus conclusiones a la reunión ministerial Foromed que comenzará esta tarde.
En su intervención, Leire Pajín abogó por "profundizar" en la participación de la sociedad civil en la toma de decisiones y apostó por "seguir abriendo los procesos de concertación" y por que el espacio mediterráneo se constituya como "un espacio privilegiado para la promoción de una ciudadanía incluyente y participativa".
En este sentido, según añadió, "la participación de organizaciones de la sociedad civil constituye no sólo un principio democrático, sino también una necesidad pragmática, simplemente para mejorar las posibilidades de éxito de las estrategias de desarrollo, de paz y de inclusión".
Así, expresó el "firme compromiso" del Gobierno español en que "este nuevo modelo tenga vocación de futuro y que se constituya como una voluntad política real, que se abra un espacio de concertación y diálogo permanente".
Dentro de la cooperación, la secretaria de Estado se mostró partidaria de "mejorar reales en el denominado buen gobierno, más democracia y descentralización" y en la elaboración de políticas que impidan "el crecimiento de las desigualdades de las dos riberas del Mediterráneo".
También hizo hincapié en "algo urgente" como es que "las mujeres empiecen a disponer del espacio y del protagonismo que les corresponde" en las sociedades mediterráneas, porque de lo contrario, según dijo, el modelo está "condenado al fracaso".
