Margallo destaca que el papa León XIV "es americano, pero pertenece a los que creen que hay que avanzar"

Defiende que "el pontificado anterior ha abierto unos procesos que son absolutamente irreversibles, no hay marcha atrás"

VALÈNCIA, 9 May. (EUROPA PRESS) -

El exministro de Asuntos Exteriores y exeurodiputado del PP José Manuel García-Margallo ha destacado que el nuevo papa León XIV "es americano, pero pertenece a los que creen que hay que seguir avanzando" y ha defendido que "el pontificado anterior ha abierto unos procesos que son absolutamente irreversibles, no hay marcha atrás".

Así se ha pronunciado en declaraciones a los medios de comunicación este viernes antes de participar --junto a la exministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Sanidad y Política Social Trinidad Jiménez-- en un acto para explicar la situación de España en la geopolítica mundial organizado por la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de la Universidad Internacional de Valencia.

Margallo ha recordado que el nuevo papa, "aunque parezca una evidencia, no es el sucesor de Francisco, es el de Pedro", y ha señalado que "para juzgarle hay que partir primero de la posición personal de cada uno". "Yo soy católico, practicante y, por tanto, obedezco a cualquier papa, sea el que sea", ha indicado.

Respecto a su visión como "líder espiritual de buena parte de la humanidad que no pertenece a la Iglesia", ha destacado que León XIV "tiene una ventaja en un momento de crisis como el que atravesamos": "Es un papa estadounidense, pero, para ser muy claro, es contrario a lo que es el espíritu, las formas y la política del presidente de Estados Unidos, Donald Trump".

En este sentido, ha remarcado que León XIV "es americano, pero pertenece a los que creen que hay que seguir avanzando". "Su primer llamamiento fue a la paz y el segundo a la naturaleza misional de la Iglesia, a abrirse al mundo", ha resaltado, al tiempo que ha agregado que "es un papa que, como Francisco, está en el espíritu evangélico, en la cercanía de los más vulnerables".

A su juicio, el pontífice "puede desarrollar una labor de pacificación en una Iglesia que ha llegado dividida": "La división más importante es la que había entre la Iglesia estadounidense a la que él pertenecía, que era profundamente conservadora y contraria a los cambios de la alemana, que era profundamente reformista".

"Luego, ha dado algunas señales, pero son muy pocas para hacer un juicio definitivo", ha apuntado. Igualmente, ha puesto en valor que sea agustino, pues "pertenecen a una tradición muy intelectual de la Iglesia": "Creo que eso lo hará francamente bien".

"Y ya barriendo para casa, pues me encanta que tenga familia española. Un papa católico, agustino y con ascendencia española, pues no puedo pedir más", ha concluido.