Nacen suricatas, un potamóquero rojo y varias crías de antílopes en Bioparc

VALENCIA 11 Jul. (EUROPA PRESS -

Bioparc Valencia ha comenzado el mes de julio con la llegada de nuevas crías en la sabana africana y los bosques ecuatoriales. En concreto, han nacido nuevos cachorros de suricatas, un potamóquero rojo y varias crías de diferentes tipos de antílopes.

Con los últimos nacimientos, y los de los pequeños lémures en primavera, los visitantes pueden vivir la experiencia de contemplar las "entrañables imágenes" entre madres y cachorros que ofrece la naturaleza, según ha explicado el zoológico en un comunicado.

En la sabana se han reproducido diferentes especies. Así, el pasado mes de junio nacieron cuatro cachorros en la manada de suricatas. Las jóvenes mangostas ya han abierto los ojos y exploran su territorio dentro la sabana valenciana, bajo la atenta mirada de todo el grupo.

Las suricatas son una de las once especies de mangostas sociales, como la mangosta rayada y la mangosta enana, que también viven en Bioparc. Originarias de las sabanas y zonas áridas del suroeste africano, son muy populares por su aspecto y comportamiento social, especialmente a raíz de su aparición en la película 'El rey león', donde una suricata encarna a Timón, compañero del facóquero Pumba, los amigos del león Simba.

En la misma sabana, desde el restaurante y la cafetería de Bioparc, los visitantes pueden observar el comportamiento social del rebaño de impalas con las dos nuevas crías así como la evolución de la última cría de gacela Thomson.

En este mismo recinto multiespecie, se pueden encontrar a los nuevos pollos de la colonia de ibis sagrados, especie con una enorme importancia en el Egipto de los faraones, de donde procede su nombre.

En la antigüedad se le consideraba como un animal sagrado, pues coincidía su aparición con las grandes crecidas del Nilo. Está representada en numerosos murales y jeroglíficos, al ser el símbolo del rey Thoth.

En los bosques ecuatoriales, Rembrandt, el macho reproductor de potamoquero rojo, ya ha contribuido a aumentar la piara del mamífero de coloración más contrastada que existe. Desde hace unos días ya se puede ver corretear por el claro del bosque al último miembro de la piara de potamoqueros rojos, un colorido rayón.