Trabajadores de chiringuitos se oponen a la supresión de las terrazas para no ser "una cifra más en las listas del paro"

Actualizado: lunes, 28 diciembre 2009 16:39

Los establecimientos afectados denuncian que "se ha cogido como cabeza de turco a Valencia" y reclaman autorizaciones para 2010

VALENCIA, 28 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los trabajadores de los restaurantes de playa de las localidades valencianas de Pinedo y El Saler hicieron público hoy un manifiesto de "rechazo a la eliminación de las terrazas" para evitar convertirse en "una cifra más en las listas del paro", dado que los empresarios estiman que la aplicación de la ley de Costas a partir del 1 de enero supondrá la pérdida de unos 200 empleos en ocho establecimientos, seis en Pinedo y dos en El Saler.

En representación de las plantillas de los restaurantes afectados, Isabel Miralles, trabajadora del restaurante La Dehesa, dio lectura hoy en la plaza Los Pinazo de Valencia al manifiesto por el que se suman al "esfuerzo" realizado por los hosteleros para "mantener los puestos de trabajo".

"No queremos ser una cifra más en las listas del paro, todos tenemos nombres y apellidos, y unas familias que mantener y unas hipotecas que pagar", subraya el escrito, en el que los trabajadores piden a "todas las instituciones" que "luchen" por ellos y recalcan que dependen de la decisión que adopten sobre esta cuestión.

El abogado Javier Campomanes, representante de los empresarios, apuntó que han solicitado las autorizaciones para continuar con la actividad de las terrazas en 2010 y señaló que la eliminación de estos espacios "tendrá como resultado cerca de 200 trabajadores afectados entre fijos y eventuales", a los que se sumarán además los empleos indirectos que se destruirán por el descenso de los pedidos a proveedores.

De hecho, su compañero Juan Luis Navarro alertó de que "lo más seguro, es que haya que empezar a presentar Expedientes de Regulación de Empleo para adecuar la situación de los establecimientos a la nueva realidad", a causa de las "pérdidas muy graves" que supondrá "dejar de contar con las terrazas, que suponen el 70 por ciento de la facturación".

En declaraciones a los medios de comunicación, Campomanes denunció que "se ha cogido como cabeza de turco a Valencia" y argumentó, en este sentido, que "en Valencia, se han sacado de la playa estos establecimientos y están ordenados, por lo que deberían obtener las licencias", mientras que "en Andalucía, continúan en la playa y nadie se mete con ellos, ya que se ha parado la aplicación de esta norma".

"¿Por qué no podemos continuar siendo legales si no estamos en la playa, no molestamos a nadie y damos un servicio que tiene que darse?", insistió el letrado, quien defendió que "hay que utilizar el sentido común" y ser conscientes del "clima privilegiado" que posee Valencia". "Ya le gustaría a cualquier otra zona de España o del extranjero tener el sol que tenemos y poder disfrutar de las playas como lo hacemos en Valencia", agregó.

En la misma línea, Navarro sostuvo que "no se entiende por qué un hecho que durante diez años ha sido autorizable, ahora tiene que dejar de serlo sin motivación alguna" y reiteró que "no ha variado nada, la ley es la misma, no ha habido ninguna modificación legal ni geográfica ni ha cambiado absolutamente nada", sino que "lo único que ha cambiado es el criterio de la Dirección General de Costas".

"Se ha cumplido la ley desde el primer hasta el último día, sin un solo expediente sancionador" y "sin embargo, se van a retirar esas terrazas y se van a quedar sólo con el módulo, con la pérdida que ello supone también para los valencianos y turistas, que ya no van a poder tomarse una paella al sol", lamentó.

"MÁS DE LA MITAD, A LA CALLE"

Por su parte, Ángela Maroto, en representación de los establecimientos de Pinedo afectados, destacó que "en el manifiesto de los trabajadores, hecho de puño y letra, lo que reivindican es ni más ni menos que mantener sus puestos de trabajo porque sin las terrazas, indudablemente los empleos no se pueden mantener" y "más de la mitad se irían a la calle".

Maroto valoró el "enorme esfuerzo" que están llevando a cabo empresarios y trabajadores para "hacer lo que sea para mantener los puestos de trabajo" y coincidió en que "se reducirían unos 200 puestos entre Pinedo y El Saler", ya que los restaurantes poseen una plantilla cercana a los 20 trabajadores y "sin las terrazas, con tres en comedor y dos en cocina hay suficiente", concluyó.