Valencia.- La Casa de la Caridad retoma la campaña "365 empresas solidarias"

VALENCIA 30 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Asociación Valenciana de Caridad retomará en septiembre la campaña "365 empresas solidarias", iniciativa que busca que 365 compañías financien las 500 raciones de comida que cada día se sirven en la institución benéfica a los más necesitados y que tienen un coste de 1.500 euros.

Esta campaña se inscribe dentro de los actos del Centenario de la Casa de la Caridad, cuyo objetivo es "sensibilizar a la sociedad de las situaciones de extrema necesidad que todavía hoy se viven en la ciudad y animar tanto a particulares como a empresas e instituciones a contribuir en acciones sociales en su entorno más próximo", indicaron fuentes de la institución.

Desde que se anunció la iniciativa "365 empresas solidarias", 170 compañías han dado su respaldo. En su mayoría se trata de pequeñas y medianas empresas, de los sectores más diversos, como construcción, alimentación, industria auxiliar o servicios. Junto a estas empresas locales, también destacan firmas nacionales con presencia en la autonomía de los sectores de la distribución, la energía, la alimentación o la banca.

El objetivo de la Asociación es alcanzar la cifra de las 365 empresas, para lo que la Casa de la Caridad realizará un mailing en septiembre con la finalidad de despertar el interés de un mayor número de firmas, en un momento en el que la Responsabilidad Social Corporativa forma parte de la política empresarial de muchas compañías.

El servicio de comedor fue el primero con el que contó la Casa de la Caridad. Cien años después esta atención es sólo la puerta de entrada al resto de servicios (albergue, centro de día, escuela infantil, programas de salud, higiene, búsqueda de empleo y vivienda) desde los que la institución trata de apoyar la reinserción social de las personas sin hogar.

El año pasado, la Asociación Valenciana de Caridad repartió 148.865 raciones de alimento y atendió a un total de 188.605 personas. El perfil más habitual es el de hombres de entre 20 y 55 años, que sufren patologías mentales.

No obstante, la institución detecta un rejuvenecimiento de la pobreza (el 49% de los usuarios del albergue tienen entre 20 y 40 años) y un aumento de la población inmigrante en situaciones de extrema necesidad, lo que ha llevado a la institución a adaptar sus servicios, en cuanto a alimentación e idiomas.