Guillermo García da luz a los más de 1.000 días oscuros de la Cañada Real en 'Aunque es de noche': "La gente está harta"

El corto narra la historia de amistad de dos menores que viven en la Cañada Real (Madrid)
El corto narra la historia de amistad de dos menores que viven en la Cañada Real (Madrid) - AUNQUE ES DE NOCHE
Publicado: jueves, 28 septiembre 2023 18:48

   SAN SEBASTIÁN, 28 Sep. (del enviado especial de EUROPA PRESS, Francisco Serrano) -

   Guillermo García dirige el corto 'Aunque es de noche' en el que narra la historia de amistad de dos jóvenes que viven en la Cañada Real, donde las familias que viven en este barrio madrileño llevan desde 2020 sin luz.

   "La gente está harta de vivir allí sin luz. Cuando tenía luz no se querían ir de allí y ahora el desalojo es más fácil en esas circunstancias. Algunas personas viven sin agua corriente. Son condiciones que no son las propias, hay una vulneración de los Derechos Humanos, y sobre todo, los niños pues no crecen en un entorno favorable a la educación, no tienen facilidades para ir al colegio, solo tienen dificultades", ha lamentado el director de cine en una entrevista con Europa Press, con motivo de la presentación del cortometraje en San Sebastián.

   El cineasta asegura que no hay avances para que la situación mejore, pese a que los vecinos se pronuncian "constantemente" y luchan por intentar cambiarlo. Guillermo García ha relatado que los niños deben caminar una hora por un camino de tierra durante una hora para acudir al colegio, por lo que entiende que haya menos acceso a la educación "y por tanto menos recursos".

   De cara al futuro, no sabe qué deparará a las familias de la Cañada Real, pero cree que los realojos son "un tema delicado porque es cíclico" y lamenta que en ocasiones se "desmembre" a las familias, lo que provoca que se mantenga la idea de "marginalización".

   "Me gustaría pensar que habrá política social que escuche realmente las necesidades, que atienda realmente las necesidades de la gente que está ahí, no otras necesidades, que muchas veces son las que se escuchan y las que se atienden", ha apostillado.

   La idea de hacer un corto en la Cañada Real surge por observar y entender que las imágenes que se difunden son "paternalistas" y "miserabilistas". "Cuando llegué hubo un primer impacto en el que fue como, ostras, este sitio está tan cerca de mi casa, está a 15 minutos de Madrid. Me pregunté cómo podría acercarlo al centro. Pero por otro lado, me emocionó y me conmovió mucho. Me conmueve profundamente ver cómo la gente allí resiste, cómo hay una energía y una vitalidad y una luz pese a vivir en las sombras", ha asegurado.

   "De alguna forma quería aportar algo yo a través del cine, aportar algo a la sociedad y desafiarla también, desafiar al espectador que está en esa sala de cine viendo esa película", afirma.

   El cineasta reconoce que realizar este corto le ha aportado "muchísimo", como amistades, anécdotas y buenos momentos. "Ha sido un aprendizaje muy grande. Me ha puesto frente al espejo constantemente. Eso me ha ayudado mucho a relativizar todos los dramas que pueda haber en mi vida y cualquier cosa que me pueda afectar demasiado", confiesa.

   Guillermo García, preguntado sobre cómo planteó a los vecinos la grabación del corto, comenta que ha sido a base de repetir muchas veces la idea que tenía y de tener respeto a la gente y su entorno. Lo próximo del cineasta será ampliar este cortemetraje y ya está buscando a más personas de la Cañada Real para que participen en su largometraje.