Oppenheimer insiste con Indonensia: "50 años es mucho tiempo para no hablar de un genocidio"

 Joshua Oppenheimer
Foto: JOSHUA OPPENHEIMER
Actualizado: miércoles, 8 julio 2015 17:14

MADRID, 8 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Joshua Oppenheimer ha utilizado las capacidades artísticas del documental para dar a conocer al mundo la impunidad y el consentimiento internacional ante el genocidio que tuvo lugar en Indonesia a mediados de los años 60 contra ciudadanos sospechosos de simpatizar con el comunismo.

   La primera parte se llamó 'The act of killing', un vistazo hacia el horror que consiguió una nominación al Oscar. Ahora, llega a las pantallas españolas 'La mirada del silencio', una conmovedora cinta sobre el perdón, producida por Werner Herzog y Errol Morris.

   "Cincuenta años es mucho tiempo para no referirse a un genocidio como tal", señaló el cineasta durante una entrevista concedida a Europa Press, con motivo de la visita que realizó a Madrid para participar en XII Festival Internacional de Documentales de Madrid (DocumentaMadrid).

   Esa misma sentencia, pronunciada durante el discurso que pronunció tras recoger el BAFTA, desapareció cuando la BBC subió una versión editada en su web. Sus críticas fueron incómodas y apelaban a la responsabilidad de Estados Unidos y de Reino Unido ante la pasividad de estos hechos y de la "impunidad" hoy en día, puesto que casi medio siglo después de aquel horror que destruyó familias enteras, según recuerda, muchos de los responsables siguen en el poder.

   En este sentido, Oppenheimer señala que "Estados unidos es uno de los perpetradores de los genocidios en Indonesia" y así lo subrayan los protagonistas de este filme, quienes en una ocasión aseguran: "Los americanos nos enseñaron a odiar a los comunistas".

   Asimismo, lamenta que "las víctimas fueron de etiquetadas de manera errónea", como comunistas, y fueron entendidas "de manera errónea", como si fueran "gente que merecía morir". En este punto, recalca que muchas de las víctimas ni siquiera eran comunistas, y las sospechas se basaban en su pertenencia a uniones de trabajadores o cooperativas de granjas.

   El responsable de 'La mirada del silencio' cree que si los nazis hubieran ganado la guerra estarían hablando de la manera en la que lo hacen las personas relacionadas con los genocidios que aparecen en el este filme y que en muchos casos se mantienen en puestos políticos. A su juicio, este "no es un escenario surrealista" y tampoco es "una excepción a la regla", sino "la regla en la mayoría del mundo". "Es como la mayoría del sur del globo terráqueo está organizado", indica.

EL LADO MÁS DOLOROSO DEL HOMBRE

   Su máxima como director es sencilla y directa: "El propósito del arte -y creo que aquí entra el cine-- es invitar al público a enfrentarse a los aspectos más dolorosos y difíciles de lo que somos. Ya lo sabemos de alguna manera, pero no tenemos las palabras para acercarnos a ello".

   Esa es exactamente la tarea que Oppenheimer ha realizado con este díptico. Según explica, mientras que en 'The act of killing' ayudó a "catalizar la transformación sobre cómo un país habla de su pasado -cómo el genocidio no se llama genocidio en los medios de comunicación y los terribles efectos-", 'La mirada del silencio' refleja como esos hechos y la "impunidad" ha "dividido a las familias y a los vecinos". "¿Queremos que los niños crezcan en una sociedad así? ¿Queremos seguir ese ejemplo? Ese es el tipo de debate que el arte puede abrir", apunta el cineasta.

   Preguntado acerca del poder del documental como arma para impactar y conmover, Oppenheimer está de acuerdo en el magnetismo que conlleva y lo comprar con una "semilla", cuyo desarrollo es impredecible aunque muy posible. No obstante, aunque prefiere distinguir conceptos. "La relación entre el activismo y el impacto es que una vez la gente se ve forzada a ver el problema no puede ignorarlo, tienen que hablar de ello. El arte puede llevar al activismo, pero no es lo mismo", precisa.

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