MADRID, 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El escritor Juan Gómez Bárcena ha publicado su primer libro de ensayo, 'Mapa de soledades' (Seix Barral), donde reconoce que la experiencia de la soledad "es necesaria" para cultivarse pero si esa soledad no es elegida, genera personas que son más "manipulables" a nivel político. A la vez, ha reivindicado que está "bien" decir que los humanos se necesitan entre ellos.
"Las personas muy solitarias son más manipuladas a nivel político. Hablo, por ejemplo, de los populismos, especialmente de derechas. En general, los votantes de sus partidos tienen a esas personas muy solitarias a las que es más fácil manipular, precisamente porque no tienen muchas referencias, o porque el partido político se compromete a ser su familia. La soledad también puede ser una forma de manipular, es una relación muy compleja la de lo social y la libertad", ha explicado el autor en un encuentro con los medios este miércoles 9 de octubre.
En este encuentro, el autor ha citado el ejemplo de Donald Trump en Estados Unidos y ha lamentado que, en la actualidad, haya una "crisis de las ideas comunitarias" y un rechazo de lo "colectivo" en discursos como el del eurodiputado Alvise Pérez, lo que ha calificado como "peligroso" porque genera poblaciones que viven con "sospecha" sobre otras ideas que no son la propia.
"Hay una idea de que lo colectivo no funciona, de que lo colectivo o el Estado no se fija en tu caso particular. De que otros colectivos están amenazando el mío o que hay una migración que viene. Estas ideas, efectivamente, alimentan nuestro ego, nos dan la idea de que nosotros tenemos el secreto de la verdad sobre qué está sucediendo en el mundo (...) Al final estamos cada vez más encerrados en burbujas de ideas, de cosmovisiones, impresiones sobre el mundo, que nos están separando más unos de otros. Nos hacen ver con más sospecha el que nos rodea y está alimentando esos populismos", ha añadido Gómez Bárcena.
"LA IDEA DE QUE LA DEPENDENCIA ES MALA PONE PRESIÓN AL INDIVIDUO"
'Mapa de soledades' explora, entre otras muchas ideas, la dependencia entre individuos, algo que el escritor ve como "natural" del ser humano aunque que cree que se ve dinamitado por los discursos que aseguran que la felicidad de cada persona depende de su propia voluntad y la dominación de las circunstancias.
"Se nos está inculcando la idea de que tenemos que ser autónomos, independientes. Está claro que la dependencia puede ser negativa en muchos casos, pero el ser humano es dependiente. Desde que nacemos hasta que morimos, y muy especialmente en nuestro nacimiento y en nuestra muerte (...) La idea de que la dependencia es mala, de que tenemos que ser independientes y además tenemos que ser felices y por lo tanto somos responsables si no somos felices, pone mucha presión sobre el individuo", ha reflexionado.
Así, el escritor ha reconocido que este último trabajo le ha permitido ser más introspectivo y comprender mejor su propia soledad, lo que le ha llevado a darse cuenta de que esta experiencia es, en gran parte, elegida.
"Reconocer que la experiencia de la soledad es necesaria e imprescindible pero que no tiene porqué ser negativo, que en la soledad podemos encontrar las experiencias mas vivificantes y que podemos cultivar quiénes somos -no descubrir-. Atravesar la soledad nos convierte en humanos, pero que hay que alejarse un poco de la soledad no deseada. Es importante reconocer que necesitamos a los otros, el hombre hecho a sí mismo es una persona condenada a la insatisfacción", ha concluido.