Robert Graves, el poeta antibelicista que recibió a Fraga "en alpargatas" y fregaba platos "para pensar"

Robert Graves con Nancy y sus hijos Jenny, David, Catherine y (en el cochecito) Sam, 1925
Robert Graves con Nancy y sus hijos Jenny, David, Catherine y (en el cochecito) Sam, 1925 - ARCHIVO FAMILIA ROBERT GRAVES
Publicado: jueves, 11 abril 2024 15:00

    MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -

   La editorial Alianza ha publicado una nueva traducción de 'Adiós a todo aquello', la autobiografía temprana de Robert Graves, en la que el autor de 'Yo, Claudio' rememora su paso por la I Guerra Mundial con un relato antibelicista que supuso "borrón y cuenta nueva" en su vida.

   Así lo ha explicado en un encuentro con prensa su hijo, William Graves, el cual ha detallado algunas de las anécdotas de su padre durante su vida en España, como el momento en que recibió "en alpargatas" al por entonces ministro de Información y Turismo con Franco, Manuel Fraga, o cómo "disfrutaba" fregando platos después de las comidas porque "era un momento para pensar".

   Tras combatir en la I Guerra Mundial con el ejército británico, Graves, gravemente afectado por lo que había visto, decidió trasladarse a vivir a Deià, una localidad mallorquina en la que se quedó hasta sus últimos días. "Mi padre vivió una época en Mallorca en la que hubo mucha apertura, Franco no le molestaba porque era un lugar aislado y estuvo muy contento allí", ha explicado.

   En este lugar alcanzó fama mundial tras la publicación de 'Yo, Claudio' y la posterior adaptación en formato serie de la BBC. Es por ello que se relacionó con numerosos artistas notables en España, como el Premio Nobel Camilo José Cela, y recibía visitas de autoridades como las de Fraga, de quien terminó haciéndose amigo.

   "Fraga vino como con doce coches a verle y justo en ese momento mi padre estaba trabajando con compostaje y alpargatas. Entonces, vino corriendo el alguacil de allí para avisar de la visita oficial, a lo que mi padre respondió que no sabía quién era Fraga y que no se iba a cambiar: 'Yo cuando voy a ver a un ministro, me cambio, pero si viene a mí, pues me toma como soy'", ha recordado con humor su hijo.

   William Graves recuerda al investigador de 'Los mitos griegos' como "un padre muy familiar", que bajaba siempre que podía a la cala para jugar con sus hijos, aunque sin dejar de lado su labor de escritor. "Cuando estaba trabajando, estaba trabajando y lo dejaba claro", ha remarcado.

   De hecho, William recuerda cómo la primera mujer de Graves era "feminista" y eso le llevó a participar más de lo habitual en la época en las tareas domésticas. "Supongo que hoy en día ya no es todo lo feminista que tendría que haber sido, pero sí que disfrutaba lavando los platos, porque nadie más quería y a él le dejaba tiempo para pensar", ha remarcado.

SU VIDA A CABALLO ENTRE ESPAÑA E INGLATERRA

   Robert Graves consiguió llegar a España en 1929 en un avión pilotado por el aviador que llevó a Franco de Tetuán a Canarias, lo que facilitó su paso por los controles fronterizos. Desde entonces, estableció su residencia en Deià y se dedicó a escribir con el dinero ganado primero con 'Adiós a todo aquello' y después, en mayor medida, con 'Yo, Claudio'.

   Pero el escritor no dejó nunca de lado su pasado patriótico, ya que volvía "frecuentemente" a las islas británica y llegó a ser catedrático de poesía -"su gran pasión"- en Oxford de 1961 a 1966. Solo una enfermedad mental en los últimos años de su vida le llevó a dejar de escribir, si bien tal y como ha comentado William Graves "apenas queda obra inédita".

NO HABRÁ PELÍCULA DE 'YO, CLAUDIO'

   Su propio hijo está trabajando ahora en la edición de una obra recopilatoria de cartas -llegaba a escribir unas 20 al día-, de un grueso de cerca de 10.000 misivas a revisar. También ha hablado de una novela "sobre el sexo" que dejó escrita y se guarda en el St. John's College.

   Además, ha descartado recuperar 'Yo, Claudio' de cara a una adaptación cinematográfica, tras el éxito de la serie de 1976. "La gente sigue hablando de esta serie y cada cinco o seis años sale una oferta de una productora, que parece que va a hacerlo, pero al final se echan atrás. Una película no puede funcionar nunca, porque es la historia de cinco césares y eso es complicado", ha concluido.

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