"En la Rusia de hoy pueden repetirse maestros como Tolstói o Chéjov"

Actualizado: miércoles, 2 junio 2010 15:29

MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor Juan Eduardo Zúñiga, especialista en lenguas eslavas y literatura rusa, publica 'Desde los bosques nevados. Memoria de escritores rusos' (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), que reúne dos obras clave de su trayectoria ensayística: 'El anillo de Pushkin' y 'Las inciertas pasiones de Iván Turguénev', y con el que rinde un homenaje a la literatura que desde niño le marcó. Grandes maestros clásicos del siglo XIX, como Chéjov, Dostoyevski o Lérmontov, cuya vida "está dentro de nuestra época".

"En la Rusia de hoy pueden repetirse maestros como Tolstói o Chéjov", aseguró en Madrid el autor, quien recordó cómo desde niño se interesó por la literatura rusa, un gusto que fue incrementándose con el tiempo y que le llevó a estudiar Filosofía y Bellas Artes y a especializarse en lenguas eslavas.

Reivindicando que la literatura rusa es también apta para los jóvenes, consideró que en la Rusia actual "pueden surgir estos grandes maestros decimonónicos, porque hay una gran reconstrucción del individuo y, por lo tanto, hay una visión nueva en pequeños escritores que anuncia que pueden hacer obras muy importantes, penetrando en el siglo XXI".

En 'Desde los bosques nevados', Zúñiga (Madrid, 1929), según explicó el escritor Luis Mateo Díez, que le acompañó durante la presentación del libro hoy en Madrid, el lector se encontrará ante "un bellísimo libro, que contiene en algún sentido la parte sustancial de la poética de Juan Eduardo Zúñiga".

El libro es fiel reflejo de aquel germen que capturó la atención de Zúñiga de niño por los autores rusos y que se fue potenciando con la influencia de Chéjov, "quien plantea una vida interiorizada" y en cuyas obras "sumerge la acción entre bastidores". "Muestra la vida como un aspecto que no queremos siempre exteriorizar", anotó el Premio Nacional de la Crítica 2003.

MUJERES Y CONCIENCIA NACIONALISTA

Pero, sin duda, el favorito de Zúñiga es Turguénev, quien se plantea "que al principio de la vida todo es posible y, con los años, todo se convierte en una fatalidad". "Me inicié en la lectura leyendo autores rusos y vi que en ellos había algo que resonaba en mí", subrayó, recordando que su pasión llega al resto de la sociedad, puesto que "aún hoy las editoriales editan continuamente a los clásicos rusos del siglo XIX", con obras como 'Anna Karénina' o 'Guerra y paz'.

De los autores rusos (sus favoritos son los del XIX) Zúñiga destaca varias características comunes, como la "conciencia nacionalista, pegados a la realidad política y ética de su época"; que todos ellos participan de corrientes "muy variadas" al recibir la influencia de Asia; que en occidente se les haya considerado "irracionales" ("aunque ahora puede decirse que Rusia está cambiando", anotó); o que todos ellos sean herederos de la tradición y tengan "respeto y admiración" al escritor del pasado.

Otro rasgo destacable de la literatura rusa es la aparición de la mujer, que si bien en la sociedad sufría la censura y la falta de un papel reconocido, en los libros aparece "como una mujer fuerte, que aspira a algo mejor". "El hombre, a veces, es más blando y sin capacidad creativa, mientras que la mujer quiere conquistar su libertad", dijo, prestando especial atención a personajes como Anna Karénina, Nina de 'La gaviota' (Chéjov), Tatiana de 'Eugenio Oneguin' o Grúshhenka, la amante de los hermanos Karamázov.

(EUROPA PRESS)