Sho-Hai: 'Antes se reían de los raperos, ahora llenamos las salas'

El rapero zaragozano Sho-Hai, de Violadores del Verso
EMANA COMUNICACIÓN
Actualizado: martes, 1 marzo 2011 14:49

MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS - Miguel Martorell) -

'Doble Vida' es el primer trabajo en solitario de Sergio Ramírez, conocido como Hate o Sho-Hai, entre otros muchos alias. Un álbum en el que, dice, se ha arrancado el corazón "para ponerlo encima de la mesa".

"Hate no habla". Durante años esa ha sido la respuesta que envolvía a la ausencia de Sho-Hai en las entrevistas a Violadores del Verso. Ahora que le toca promoción en solitario, no tiene excusas.

O sí, porque le acompaña su Dj y productor, Ruben Cuevas, que ejerce de escudero en alguna que otra ocasión a lo largo de la charla con Europa Press. "Le doy un euro por cada entrevista que me ayuda a hacer", dice Sergio.

Sho-Hai se ha traído hasta la sala de conferencias de un hotel de la capital su primer disco en solitario, 'Doble Vida', el segundo trabajo que se publica al margen de Violadores del Verso. El primero, publicado en 2004, fue cortesía de R de Rumba.

La idea de publicar por separado fue de Javier Ibarra, Kase.O, que lleva desde 2009 girando por España con su banda Jazz Magnetism y cuyo disco se espera, según fuentes cercanas al Mc, para finales de este mismo año.

"Yo no podía quedarme sin escribir, porque si no me muero", pensó entonces Sho-Hai, que puso a los mandos a R de Rumba, productor principal de 'Doble Vida'. Tras el lanzamiento de Hate y Kase.O, el siguiente en publicar en solitario será Lírico, informan las mismas fuentes.

RAP RABIOSO

"'Doble Vida' es un disco de rap al uso, pero más personal", señala el Mc, que admite haberse "explayado bastante" en este disco, aunque le hayan "quedado cosas por decir". "Me las guardo para el siguiente disco de Violadores".

¿Cómo se trabaja sin los compañeros habituales? Tanto Sho-Hai como R de Rumba admiten que ha sido "más fácil". "He tenido mis luchas con este gacho, pero es bastante más fácil trabajar con uno solo, no tienes tres cabezas jodiéndotela", señala Ruben.

En general, Sho-Hai se ha dejado llevar por las instrumentales que le ha ofrecido Rumba, aunque ha contado con otros productores, como Big Hozone, Grossomodo o Xhelazz. Este último, parte de la 'crew' habitual de Violadores del Verso, también colabora como Mc en 'Hodio', quizá secuela de aquel 'Hamor' que ya escribieron juntos.

"En este disco me he desahogado, he cogido el corazón y lo puesto en la mesa", señala el Mc zaragozano, cuyo disco rezuma rabia. "Soy un chalado, estoy enfadado conmigo y con el mundo, por eso hay canciones muy destructivas o muy autodestructivas".

'Infierno', 'Miss Miserias' o la mencionada 'Hodio', son claros ejemplos de la ira de Sho-Hai. "Entendemos el rap como una canción protesta y rabiosa, y así tiene que seguir siendo, porque si no, haríamos pop", apunta R de Rumba.

Pero también está el Hate divertido, el que se mete en el papel de una farola en 'Gracias y desgracias de una farola', el que escribe una historia de amor a una botella en 'Ella', el que reflexiona sobre sus viajes en 'Cuando voy' o el que recita todas las cervezas que ha probado en 'Solo son birras'.

Y, por supuesto, como no podía faltar en un disco de rap, canciones de egotrip como 'La Cúpula' -en la que colaboran Kase.O y Lírico- o 'De paso'. Aunque el hip-hop consiste "en ser original y tener las mejores putas frases", él afirma que en este disco "hay pocas vaciladas", porque ha hablado "más de sentimientos".

Musicalmente, 'Doble Vida' suena a soul y funk, algo que le recuerda "a la maqueta que hice junto a Rubén con Bufank", grupo anterior a Violadores del Verso. "Al rollo funk más descarado y feliz que hay en este disco no se le podía sacar tanto provecho con Violadores, porque es un estilo más oscuro", añade Rumba.

Entre los temas destacados, Sho-Hai señala 'Oceano', "una instrumental que Rumba tenía desde antes del 'Vivir para contarlo'", y 'Para ser un rapper', en la que abre fuego contra los "envidiosos" de la profesión, con una petición incluida: 'no hace falta pinchar el 'Jump Around', que esta guapo, pero ya huele el tema'.

HASTA QUE EL CUERPO AGUANTE

Tanto Rubén como Sergio coinciden en calificar el rap como un género todavía joven en España, aunque el Dj reconoce que las respuestas que dan en las entrevistas han cambiado en los últimos años, a medida que el hip-hop se ha ido convirtiendo en una música con más público y más profesionales.

"Hace ocho años se reían de ti en las salas, 'que vienen los rapper', decían; ahora los rapper te llenan el garito y estás deseando que vengan", ironiza Sho-Hai, mientras Rumba recuerda la "función de educación" que ellos mismos han tenido que hacer en salas, con técnicos o entre periodistas. "Ha sido a base de ostias".

Aún así, reconocen que le falta cierta "madurez" al rap en España. "Nosotros somos la segunda generación. Todavía es una cosa joven y por eso lo escuchan muchos chavales; ahora, también es una de las ventajas del rap, que el público se renueva, ya le gustaría al rock tener la chavalería que nosotros tenemos", apunta Rubén.

Preguntamos por cómo la polémica Ley Sinde ha afectado al rap, pero con Hate es inútil: "No tengo internet en casa, yo sigo mirando el teletexto". Responde Rumba, que es de la opinión de que "no se puede poner barreras a Internet". "La gente tiene que ser consciente de los puestos de trabajo que se pierden por la piratería, pero a partir de ahí, allá cada uno", añade.

"Los que se quejan son los de las multinacionales, los que antes vendían un millón de copias, que se dejen de ostias y a la carretera, a currar", continúa Rubén, al que interrumpe, Ramón, manager de Violadores del Verso y presente en casi toda la conversación: "y luego está el asunto de la creación, que hay que gente que vive del mismo repertorio 20 años".

Con 35 años en el cuerpo, Sho-Hai y R de Rumba no se plantean la retirada. "Seguiremos hasta que el cuerpo aguante y tengamos cosas que contar. Empezamos con 15 años y 20 años después aquí seguimos, quién lo iba a decir", dice Hate, que aunque a veces siente "asco" de si mismo, todavía se escucha y piensa: "este gacho está en forma".