MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El escritor David Abad Díez (Madrid, 1974) describe la inspiración, la creatividad y el amor en su libro de poemas En fuga (Yagruma Ediciones). La obra propone un viaje al misterio de la relación amorosa, al acto creativo de la literatura y al porvenir.
El poemario se divide en cuatro partes. La primera habla sobre el amor, "un amor que no es el típico amor obsesivo y posesivo, si no una luz que se aparece en el mismo instante en el que te enamoras", apunta el autor. El siguiente bloque está dedicado a la vida, "una vida en la que no hay linealidad a pesar de la apariencia, pues son destellos de inspiración". Los poemas de la tercera parte se dedican a la literatura, pues al autor le ha interesado "hablar del acto creativo y de la inspiración literaria". La cuarta y última parte está dedicada a un horizonte "representado como algo que se escapa pero que simboliza una invitación a una futura obra" , según declara el autor a Europa Press.
En el poemario, Abad trata estos temas siempre desde el tiempo presente, ya que "como decía T.S. Elliot, al final lo que estamos viviendo permanentemente es un presente, lo demás es engañoso", expone.
Una perspectiva del tiempo que el poeta destaca al principio del libro: "La vida es un presente en fuga/ Instantes de luz/ Donde el recuerdo imaginado/ Se mezcla con el deseo". En palabras del escritor "es en estos versos sobre los que bascula toda la obra, pues el presente se fuga y es precisamente lo que hay que vivir".
A pesar de ser un escritor de largo recorrido, para publicar En fuga, David Abad ha querido mostrar sus poemas de más reciente creación. Como él mismo señala, "es un poemario de este mismo año. Fue un reto personal estructurar los poemas con un sentido y una estructura, porque la sensación que me vino al escribir este libro fue la de sentir un relámpago, de sentir un fogonazo creativo. A partir de ahí este fogonazo fue salpicando las hojas en blanco de poemas. Por eso fue tan difícil estructurarlo."
UNA POESÍA DONDE SE MEZCLA VIDA Y LITERATURA
La poesía de En fuga está íntimamente relacionada con la experiencia vital. Como declara Abad, "para mí la literatura es vivir. La palabra es la que explica la vida y nunca tiene fin, porque las palabras nunca van a explicar del todo lo que te rodea y lo que tienes dentro". El poeta destaca que "la poesía me explica, me reivindica y me sirve de acicate para luchar contra las injusticias de la realidad, tanto sociales como culturales". Asimismo, Abad subraya que "la poesía me sirve de liberación, para mí escribir es libertad y vivir".
El escritor señala que la realidad es fuente de inspiración continua en su obra: "para mí la realidad es un estímulo creativo. Hablamos mucho de lo que leemos en los libros y de teorías, pero de un simple hecho cotidiano se puede hacer arte. De una persona sentada en un autobús o de una pareja en un banco se puede empezar cualquier historia universal".
Cuestionado por la forma en la que refleja esta realidad en sus versos, el poeta afirma que "a la hora de escribir primero miro fuera para luego analizarme por dentro, me inspira mucho lo que veo. Además, para mí son muy importantes las relaciones que tienes con la familia, las amistades o la soledad".
El poeta confiesa su visión sobre el papel que juega el creador en la sociedad actual: "el artista siempre va a tener un rol solitario. Si es libre, la inconformidad siempre le va a llevar a ocupar un margen en el que expresarse libremente. Nunca formará parte de grupos, ni de asambleas, ni de sectas culturales. Pero eso sí, siempre va a intentar influenciar para que la vida en la sociedad mejore".
Para dotar de ritmo y musicalidad a su poesía, el escritor madrileño siempre tiene presente el rock y el punk de bandas como Los Ramones, The Doors, Bunbury, los Beatles, Elvis Presley o Chuck Berry.
INFLUENCIAS DE LA OBRA
Respecto a los autores literarios que más le han influido a la hora de escribir En fuga, David Abad afirma que "mis escritores poéticos de referencia son Nicanor Parra, Benedetti, Gil de Biedma, Ángel González y Gamoneda. Además he bebido de otras fuentes como los románticos ingleses o los trágicos griegos. Para la poesía, lo que me suele inspirar es todo lo que suene a lenguaje del siglo XX".
En cuanto a sus autores de referencia en prosa, el escritor madrileño destaca que "tuve una auténtica obsesión con Henry Miller. Otros grandes que siempre he tenido presentes son Sartre, Bukowski, Proust, Joyce, casi toda la generación perdida norteamericana de entreguerras y Cortázar".
El escritor, catedrático de Economía y doctor en Literatura Comparada Justo Sotelo ha elaborado el prólogo del poemario. Abad explica que Sotelo ha sido un referente en su vida y en su labor literaria: "Es un gran amigo desde hace 20 años. Me ha ayudado mucho a organizar mi obra y me presenta continuamente a escritores, tanto vivos como muertos, que me han influido de una manera positiva a la hora de escribir".
