NICOSIA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
La selección española de balonmano iniciará mañana (20.00, hora española) en el Cyprus College Atheltic Centre en Nicosia su esprint final por lograr una clasificación que parece prácticamente asegurada para el Europeo de 2010, que se disputará en Austria.
Los dos primeros de cada grupo se clasifican para esta cita y el panorama no se presenta excesivamente complicado para los de Valero Rivera, que suman una derrota (Ucrania) por tres victorias, a falta de los cuatro envites de este mes, tres de ellos en casa.
Mañana, el combinado nacional afronta su encuentro más sencillo frente a un rival modesto como el chipriota que, salvo sorpresa mayúscula, no debería presentar problema alguno para una España, que usará el choque para ir ajustando piezas dado el poco tiempo para entrenar que ha tenido el seleccionador con todos sus hombres tras el final de las competiciones europeas.
La diferencia de potencial entre ambos equipos es abrumador y ni siquiera el cansancio acumulado por muchos de los jugadores españoles debe ser un obstáculo ante una Chipre que, ante su público, buscará crecerse y dar lo mejor de sí misma.
Los chipriotas aún no han ganado ninguno de sus seis choques y en la mayor parte de ellos han sido arrollados, ofreciendo un pobre rendimiento en ataque y defensa. En Pinto (Madrid), a finales de octubre, cayeron claramente por 32-20 ante una Espala sin sus mejores jugadores y, aunque desde el combinado nacional, se advierte que es "dura y peleona", el mayor mérito de Chipre en esta fase de clasificación ha sido el de ganar al descanso en Ucrania (12-13).
Por ello, el combinado de Valero Rivera tiene como obligación el hacerse con los puntos en juego para recibir posteriormente en España, y concretamente en suelo gallego, a Ucrania, Lituania y Holanda, que se juegan el otro billete.
