MADRID, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El entrenador del Real Zaragoza, Manolo Jiménez, ha remarcado que "las victorias son un grandísimo analgésico" en referencia al último triunfo ante el Villarreal, aunque ha recordado que su equipo no ha "hecho absolutamente nada" porque sigue ocupando el último puesto de la Liga BBVA y la salvación sigue siendo un objetivo "muy, muy, muy complicado".
"Hay muchos frentes abiertos en este club, pero después de una victoria agónica como la del último día el equipo siente de otra manera, trabaja de otra manera. Las victorias son un grandísimo analgésico, voy a intentar patentarlo a ver si ganamos mucho", señaló Jiménez en rueda de prensa.
Pese al turbulento ambiente que rodea al club, el técnico aseguró que no deben "buscar excusas", sino centrarse "ciegamente y al máximo en el tema deportivo", porque en los asuntos que competen a la junta directiva no pueden hacer "nada".
"No es habitual que un equipo tenga una losa tan increíble, mucha tendrá que ver con lo que somos... Cuando se gana un partido es un alivio porque se toma aire, pero no hay que soltarlo de golpe. No hemos hecho absolutamente nada porque seguimos siendo los últimos. Hemos mejorado algo la imagen de juego, no mucho, pero la realidad es que no sumamos lo suficiente", reconoció.
Para "descargar" la mente de sus jugadores, Jiménez ha preparado esta semana entrenamientos "dinámicos y distendidos", ya que "todo lo que sea autopresionar a este grupo tan castigado no es positivo". Sin querer mirar más allá de este fin de semana, opinó que "la mejor medicina para cualquier objetivo es ir a partido". "Y en nuestro caso, más aún", apostilló antes de viajar a San Sebastián.
"Este partido es muy importante por mucho motivos, vamos a centrarnos en Anoeta. Para muchos estábamos muertos hace dos meses. Hemos tenido resultados lamentables que no han hecho ver la dura realidad, pero con las victorias hay un haz de luz al que vamos a aferrarnos. Un poquito menos, pero el objetivo sigue siendo muy, muy, muy complicado", analizó.
