ZARAGOZA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
El técnico del Zaragoza, Manolo Jiménez, reconoció que el conjunto maño tiene "sus limitaciones", pero se mostró muy satisfecho por la victoria de este domingo ante el Granada (1-0) y por la actitud de un equipo que "tiene un corazón de león".
"Hemos ganado a un grandísimo rival y eso nos permite seguir soñando. A raíz del gol hemos sabido leer el partido. El Granada ha tenido una ocasión y nosotros cuatro y, además, hemos corrido, sufrido, y hemos vuelto a ilusionar a la afición", comentó el entrenador andaluz en rueda de prensa.
Jiménez, que vio el partido desde la grada y prohibió a sus jugadores "la utilización de móviles y radios para que no supieran los resultados de los otros partidos", quiso destacar la gran labor de Djumovic, el autor del único tanto del partido, y de Rubén Micael, que fue expulsado en el tiempo de descuento.
"Djumovic ha podido marcar en dos o tres veces más, es un gran jugador; y Rubén Micael ha sabido entender que la calidad no está reñida con la lucha y ha hecho un partido increíble", indicó el técnico, quien además se quejó de la "injusta" expulsión del jugador.
"Rubén Micael está destrozado, se quedó casi llorando. Espero que no se castigue al que ha ido a disputar el balón y se tenga más en cuenta quien simula", advirtió el preparador.
Por último, Jiménez no quiso mojarse sobre qué equipo eligiría para reemplazar al Zaragoza en el descenso. "Respeto al Villarreal porque estuve allí como segundo entrenador y, por otro lado, el Granada es un club andaluz y no le deseo nada malo. No puedo elegir", concluyó.
