MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portero del Liverpool Pepe Reina lamentó el "error grosero" cometido por el árbitro Mike Jones el pasado sábado, cuando concedió el gol de la victoria para el Sunderland pese a que el tiro de Bent había impactado en un balón de playa lanzado desde la grada por un niño, pero se mostró de acuerdo con la decisión de la federación inglesa de no repetir el choque.
"Fue surrealista. Si ya es difícil parar uno, imagínate dos... El tema es serio porque el gol nos cuesta tres puntos. Es un error grosero del arbitro, una falta muy grave que nos perjudicó claramente Al niño como lo vea no pisa mas un campo de fútbol, la madre que lo parió", dijo entre risas Reina en declaraciones a 'Canal+' recogidas por Europa Press.
El guardameta reconoció que no "conocía la regla" para arbitrar la jugada, pero que si hubiera sabido que el gol era dudoso, sus "protestas hubieran sido mucho más ostensibles". "Di por hecho que era mala suerte", reconoció Reina, tras desvelar su conversación con el linier. "Me dijo que el balón no había tocado la pelota de plata y no di crédito", lamentó.
Pese al dudoso gol del Sunderland, el internacional español se alineó con la decisión de la FA de no volver a disputar el choque. "Estoy de acuerdo en no volver a arbitrar un partido por mucho que nos perjudique. Había que subsanar el error en el momento, no 48 horas después", zanjó Reina, que revivió la extraña jugada: "Se me quedó una cara terrible".
