MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del equipo de balonmano del Montpeliier, Rémy Lévy, acompañado por el entrenador del conjunto galo, Patrice Canayer, tras las detenciones de varios de sus jugadores, entre ellos los hermanos Karabatic, Nikola y Luka, que están detenidos por un presunto amaño de partidos, ha asegurado que habrá "sanciones" en el caso de confirmarse los hechos y que "no" se quedarán de brazos cruzados.
"No nos quedaremos de brazos cruzados. Si la gravedad de la infracción se confirma, habrá sanciones. En los procedimientos disciplinarios no hay necesidad de esperar a los resultados de la investigación si existen pruebas suficientes. No nos escondemos detrás de la lentitud del proceso para asumir la responsabilidad, pero la mala conducta puede romper un contrato", avisó el mandatario del equipo galo.
Por eso, Rémy Lévy reiteró que el "club es más importante que las personas" y subrayó que se sienten "traicionados" por lo ocurrido por algunos de sus jugadores. "Tomaremos medidas enérgicas cuando llegue el momento porque es nuestra responsabilidad actuar. Nuestra imagen ha sufrido un duro golpe, y por supuesto me siento un poco responsable", reiteró.
Hay que recordar que los jugadores del Montpellier están entre los acusados por un presunto caso de amaños de partidos en la Liga francesa, entre ellos el del Montpellier, su equipo, y el Cesson-Sevigne, que se decantó del lado de este por 31-28 cuando el primero ya se había proclamado campeón.
