Schumacher (Ferrari) está obligado a ganar y la mecánica y el infortunio serán los grandes rivales del español
Ferrari saldrá a por todas para evitar el doblete de Renault
SAO PAULO (BRASIL), 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El piloto español Fernando Alonso (Renault) debe culminar este domingo su último paso para la conquista de su corona mundial de la Fórmula 1 en un escenario como Interlagos que le trae buenos y amargos recuerdos y con el principal temor de depender de que su R26 no le juegue ninguna mala pasada.
El Gran Premio de Brasil se vuelve a cruzar en el destino del asturiano. En el 2005, fue tercero, suficiente para hacerse con su primer histórico cetro, pero hace tres años no todo fue tan 'bueno', ya que repitió resultado pese a sufrir un espectacular accidente en una caótica prueba marcada por la torrencial lluvia y que se suspendió a falta de dos vueltas tras el percance del Renault y el Jaguar-Cosworth de Mark Webber que hizo que Alonso abandonase en camilla el circuito aunque sin tener lesiones de consideración.
Esta última posibilidad y la fiabilidad de la mecánica del R26 son los obstáculos y temores que debe superar en su camino hacia el título el líder del campeonato, al que le basta con un punto tras el infortunio de Michael Schumacher (Ferrari) en Suzuka con victoria para el español.
El motor del 248 F1 dijo basta a su espectacular rendimiento en 2006 y a las opciones del 'Kaiser' de despedirse del 'circo' de la Fórmula 1 por la 'puerta grande'. Al siete veces campeón del Mundo únicamente le sirve ganar y que Alonso ni puntúe, algo poco probable salvo fallo mecánico o accidente, con el añadido de que sólo se espera la siempre atemorizante lluvia para el viernes.
Para evitar lo primero, en lo que a motor se refiere, Renault ofrecerá al campeón del Mundo un monoplaza sin una nueva arriesgada especificación de motor, pero lo suficientemente competitivo para estar entre los ocho primero. Lo segundo dependerá de la suerte, puesto que, dado su carácter, no es muy probable que el español corra con excesivas precauciones y el principal objetivo es salvar la salida.
El Gran Premio de Brasil servirá para que los dos grandes protagonistas de 2006 pongan un 'adiós' en su carrera. Alonso rodará por última vez con la escudería gala antes de partir a por nuevos retos en McLaren y Schumacher se despedirá definitivamente en su última cita y lo querrá haciendo como mejor sabe: ganando y siendo agresivo.
Además, los dos pilotos tienen otro objetivo, que no es otro que el Mundial de Constructores. Renault busca su segundo doblete y Ferrari opta a consolarse con este título que el 'Kaiser' ya ha dicho que es "merecido" para la escudería italiana, que parte con nueve puntos de desventaja, y sus componentes
Por ello, las opciones de los 'segundos' tomarán más protagonismo que nunca. El italiano Giancarlo Fisichella, que sí contará con la evolución del motor, ganó en medio del desastre de 2003 al volante de un Jordan y fue segundo en 2000. Felipe Massa corre en casa y, salvo que Alonso esté sin opciones y obedezca entonces a las órdenes de equipo, buscará la victoria ante su 'torcida'.
MCLAREN BUSCA LA PRIMERA VICTORIA DEL AÑO.
Otro piloto que contará para la victoria será el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes), segundo en los últimos tres años y que esperará hacer algo interesante también en su última carrera con un monoplaza de las 'flechas plateadas' antes de heredar el volante de Michael Schumacher (Ferrari). Tampoco habrá que olvidar al brasileño Rubens Barrichello (Honda), que también querrá dar una alegría a sus aficionados, ni a su compañero, el británico Jenson Button, vencedor en Hungría.
Por otro lado, el piloto español Pedro Martínez De la Rosa (McLaren-Mercedes) estará en la parrilla de salida tras superar en el tramo final de la temporada todas las especulaciones y con el objetivo de lograr un gran resultado que pueda afianzar sus opciones de ser el compañero de Fernando Alonso en 2007.
El catalán, que hasta finales de este año no sabrá si el británico Lewis Hamilton le 'roba' esta oportunidad, ya ha avisado que será más agresivo que en Suzuka ya que la escudería de Woking, que esta campaña no ha subido al primer escalón del podio, no le pondrá ataduras.
