Gestas del deporte: Purificación Santamarta y su lluvia de oros y récords en Barcelona'92

Purificación Santamarta hace uno de los relevos de la antorcha de los Juegos Paralímpicos de Barcelona'92
Purificación Santamarta hace uno de los relevos de la antorcha de los Juegos Paralímpicos de Barcelona'92 - CPE
Publicado: jueves, 7 mayo 2020 10:59

   MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -

   Barcelona'92 no sólo supuso un enorme impacto en el deporte olímpico español. También fue un auténtico 'boom' para el deporte paralímpico, hasta entonces no excesivamente conocido a nivel nacional, pero que durante más de una semana acaparó mucha atención. La Ciudad Condal se volcó con la cita, y aunque quizá aquellos Juegos no se extendieron mediáticamente mucho más por el territorio nacional, comenzó a sembrar una semilla que floreció más tarde.

   Y en el Estadio Olímpico de Montjüic hubo algunas figuras que sobresalieron, una de ellas una burgalesa, que dominó las pruebas de velocidad y que además se atrevió, con éxito, a buscar el póquer corriendo los 800 metros. Purificación Santamarta, una de las deportistas paralímpicas españolas más laureadas y pioneras, se colgó cuatro oros en Barcelona, corriendo ocho carreras en poco más de una semana, y con sólo un día de descanso.

   La deportista, discapacitada visual, era una de las grandes bazas para el medallero español en los Juegos, la cuarta en su historial tras haber estado ya en las de 1980, 1984 y 1988, con un total de seis medallas. Era seguramente la mejor velocista del momento y en casa, ayudada con el aliento del público, lo confirmó. Ni siquiera el parón que tuvo que dos años antes para ser madre frenó a Santamarta.

   Junto a su guía, nadie pudo con la velocista castellana. El primer oro llegó en los 200 metros donde había dominado las semifinales del día anterior. La de Burgos y su guía fueron imparables para ganar con récord del mundo (26.04) y con más de un segundo de ventaja sobre la segunda clasificada, la británica Tracey Hinton. Era su primer metal dorado paralímpico de la distancia.

   Un día después, apabulló también en los 100 metros, donde defendió su oro de Seúl'88 con absoluta autoridad y doble récord del mundo: primero en las series semifinales (13.18), corriendo sola, y luego en la final (13.04), acompañada de su guía.

   Tras un descanso, se clasificó para la final de los 400 metros, aunque no con el mejor tiempo, quizá reservando algo de energía para la final, donde tampoco encontró oposición con nueva plusmarca mundial (57.79), siendo cinco segundos más rápida que en las series, y tres segundo sobre la segunda, de nuevo Hinton, que había logrado el récord del mundo el día anterior (1:01.58). El esfuerzo ya le empezaba a pasar factura y la española se derrumbó al poco de cruzar la meta.

   Sin embargo, quedaba la guinda del pastel, los 800 metros, una prueba que había incluido por primera, y última vez, en su programa, ya no de velocidad y que apenas preparó. No importó, ya en las series había sido la más rápida, y en la final, con un gran cambio de ritmo justo a la entrada de la curva en meta, cerró su póquer y, por supuesto, con un nuevo récord mundial (2:19.08). Una gesta que estuvo acompañada por la de Javi Conde, ganador también de cuatro oros en los 800, 1.500, 5.000 y 10.000 metros de la clase TS4 para discapacitados físicos.