EDIZIONES, 16 Nov.
La búsqueda de un padre de una taza azul, que la marca Tommee Tippee dejó de fabricar hace años, para su hijo Ben, que padece autismo severo, despertó un sentimiento de solidaridad abrumador en Twitter a comienzos de esta semana.
En la tarde del lunes 14 de de noviembre, Marc Carter, un padre de 42 años de Devon, Reino Unido, escribía un mensaje en Twitter para hacer pública esta petición: "¡Recompensa por una taza como esta! Mi hijo tiene #autismo severo y preferiría deshidratarse antes que usar cualquier otra taza o vaso de otro color o forma. Por favor, compartid".
Ben, un niño de 14 años de edad, tiene autismo severo y desde que tiene dos años ha bebido exclusivamente de la misma taza. En el llamamiento a la solidaridad que su padre Marc hizo en Twitter, especificó que su hijo se niega a beber fuera de casa, por lo que no salen mucho tiempo, y que han llegado a visitar hasta en dos ocasiones la sala de urgencias por deshidratación grave.
Por desgracia, el fabricante Tommee Tippee dejó de fabricar ese modelo hace dos años y en todo este tiempo, la taza de Ben ha ido sobreviviendo a base de arreglos, hasta ahora, momento en que no han podido encontrar más piezas de repuesto y temen por lo que le pueda pasar a su hijo.
En un último intento desesperado, estos padres recurrieron a las redes sociales para preguntar si alguien guardase aún una taza idéntica que le pudiesen enviar. Ellos se encargarían de los gastos de envío y de recompensarles con el coste de dicha taza.
La respuesta de Twitter fue tan abrumadora que personas de lugares tan lejanos como Australia se ofrecieron a enviarle una taza exactamente igual a la de Ben. Y no solo eso. Con la cantidad de tazas que los tuiteros se ofrecieron a enviarle tendría suficiente como para durar un par de años. Sin embargo, su hijo probablemente no cambie mucho en este aspecto y necesite tazas azules para el resto de su vida.
Tommee Tippee se hizo eco de la repercusión que la petición de Marc había tenido y trasladó el llamamiento a su cuenta oficial. Además, se ofreció a encargarse no solo de los gastos de envío, sino también a destinar un equipo de búsqueda de la taza en sus almacenes y hasta en sus propios armarios.
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