VIGO, 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Vigo, Abel Caballero, invitó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, a que "aproveche" para "derogar" la Ley de Cajas gallega, al tiempo que recurre ante el Tribunal Constitucional el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
En rueda de prensa, el regidor olívico mostró, no obstante, su "respeto" hacia "todas las opciones jurídicas" y animó al jefe del Ejecutivo gallego a que "impugne lo quiera", después de "presentar los cambios" pertinentes para que la normativa que aprobó el Parlamento de Galicia sea, a su juicio, "constitucional".
Además, en su comparecencia, Caballero también rechazó las "especulaciones ciertamente inverosímiles" que surgieron en las últimas horas acerca de una posible consumación de la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, que atribuyó a "intoxicaciones".
El alcalde vigués reiteró su oposición "frontal" a la integración de las dos entidades y abogó por que caja con sede en Vigo continúe en solitario o en todo caso sea ella quien absorba a la sociedad crediticia con domicilio social en A Coruña.
Si esto ocurriera, el regidor puso como condiciones el mantenimiento del actual equipo directivo de Caixanova, con su presidente, Julio Fernández Gayoso, y su director general, José Luis Pego, al frente, con un Consejo de Administración con mayoría "masiva" de representantes de esta entidad durante los próximos cuatro años --lo que obligaría a modificar la Ley de Cajas-- y con la sede oficial de la futura caja en la ciudad olívica.
AYUDAS
Además, Caballero mantuvo que Caixanova "no necesita ayudas" porque su "solidez" le permite continuar de manera "autónoma" y porque sus resultados "la avalan" como una de las cajas de ahorro "más saneadas" del país.
Por ello, desestimó que el aviso del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que amenazó con intervenir entidades en apuros, tenga que ver con Caixanova, y se preguntó "para quién son las ayudas que reclama" el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Por último, volvió a criticar a los máximos representantes del PP y del BNG en la ciudad, Corina Porro y Santiago Domínguez, respectivamente, por apoyar la fusión, ya que "si ellos gobernaran", Caixanova tendría ahora su sede "en los cantones de A Coruña".
