MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha asegurado que los resultados de las pruebas de estrés han puesto de manifiesto que el proceso de reestructuración financiera acometido desde 2012 "ha dado sus frutos" y permite ahora que las entidades de crédito afronten su futuro con balances "saneados" y una "sólida posición de solvencia".
Así lo ha señalado Linde durante su comparecencia en el Senado en la Comisión de Presupuestos, donde ha dicho que la valoración que hace el Banco de España de los resultados de las entidades españolas en las pruebas de estrés es "positiva", ya que sólo una entidad quedó por debajo del umbral establecido en una de las partes del ejercicio.
Además, ha asegurado que el déficit estimado era muy reducido y que la entidad había adoptado a lo largo del año medidas de reforzamiento de su capital de un volumen muy superior al necesario para cubrir dicho déficit. "Teniendo en cuenta estas acciones, a día de hoy todas las entidades españolas superan con holgura los umbrales establecidos en el ejercicio", ha dicho.
El gobernador también ha recordado que del total de las 130 entidades sometidas al ejercicio, 25 presentaron un déficit de capital de 24.600 millones de euros, aunque muchas habían reforzado ya su solvencia a lo largo de 2014. De hecho, de las 25 entidades, 12 han ampliado su capital de forma suficiente a lo largo del año y sólo 13, con un déficit de 9.500 millones, deberán acometer acciones adicionales para reforzar su solvencia.
Por otro lado, Linde se ha referido a la puesta en marcha del mecanismo único de supervisión, que pretende armonizar la supervisión en la zona euro para, entre otras cosas, romper el vínculo negativo entre la confianza en las entidades bancarias y las dudas sobre las sostenibilidad de las cuentas públicas.
A su parecer, el trabajo necesario para su puesta en marcha ha sido "muy intenso" y entre sus principales hitos cabe destacar la finalización del reglamento en octubre de 2013, la aprobación de otro reglamento que asigna responsabilidades al Banco Central Europeo (BCE) y a las autoridades nacionales, así como la redacción de un manual de supervisión que implanta procedimientos comunes.
Según Linde, la entrada en funcionamiento del mecanismo supone una "transformación sin precedentes" de las responsabilidades de las autoridades de supervisión, entre las que figura el Banco de España.
Así, 120 entidades consideradas significativas --con 15 españolas, aunque serán 14 cuando culmine la integración de Catalunya Banc en BBVA-- serán supervisadas directamente por el BCE, mientras que las menos significativas, unas 3.000, continuarán siendo responsabilidad directa de las autoridades nacionales, aunque el BCE seguirá indirectamente la situación.
