BRUSELAS, 17 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea ve una "posible" causa para iniciar un expediente sancionador contra Hungría en las medidas adoptadas por el Gobierno del conservador Viktor Orban que dificultan la independencia del banco central del país, pero la decisión final no se tomará hasta que este martes se reúna en Estrasburgo (Francia) el conjunto de los comisarios que forman el Ejecutivo comunitario.
Bruselas ve con preocupación varias modificaciones introducidas con la reforma de la Constitución húngara porque teme que afecten a la independencia del Banco Central húngaro, pero también tiene dudas sobre otros cambios como adelantar la edad de jubilación obligatoria para jueves y fiscales de los 70 a los 62 años, y el nuevo régimen de los organismos de protección de datos.
El caso ya fue abordado por el Colegio de comisarios la semana pasada y la cuestión que afecta al Banco Central es, en palabras de una portavoz del Ejecutivo comunitario, "una posible área para decidir (abrir un procedimiento) de infracción", si bien ha recalcado que la decisión "aún no está tomada".
"Es una decisión que aún no se ha tomado, pero podría ser tomada mañana", ha indicado en rueda de prensa en Bruselas la portavoz de Jose Manuel Durao Barroso Pia Ahrenkilde. La portavoz ha insistido en que la apertura de un expediente "compete al Colegio de Comisarios" y que la decisión que tomen se basará en un análisis final "que aún no está disponible ni se ha decidido".
Barroso y los comisarios que forman el Ejecutivo comunitario celebrarán su reunión semanal este martes en Estrasburgo a partir de las 13.00 horas y su difundirá un comunicado una vez pacten su posición sobre el caso húngaro.
La propia Ahrenkilde señaló la semana pasada que las preocupaciones de Bruselas por las reformas de Orban eran "muy serias" y explicó que los servicios de la Comisión realizaban un examen jurídico sobre la compatibilidad de estas leyes con el Derecho comunitario. Entonces se instó al Gobierno húngaro a dar "pasos rápidos para corregir la situación" y evitar así la apertura de expediente, mientras Barroso y Orban mantenían "intercambios" para perfirlar los cambios necesarios en las leyes problemáticas.
