MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
CC.OO. considera que el triunfo electoral de Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos puede abrir un "nuevo tiempo" en las relaciones internacionales, en las políticas económicas y en los derechos humanos en Estados Unidos y en el mundo.
En un comunicado, la Secretaría de Acción Sindical Internacional del sindicato ha hecho público un comunicado en el que saluda el triunfo de Obama, después de ocho años de "neoliberalismo neocon, unilateralismo y guerras", deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores y "desprecio" a los derechos humanos.
Para CC.OO., el triunfo de Obama señala un "nuevo rumbo" que debe servir para rectificar "radicalmente" las políticas de George W. Bush e impulsar, en el marco de una "grave" situación económica y financiera, políticas decididas de apoyo a los sectores más débiles de la sociedad americana y de defensa de los servicios públicos, ahora "muy reducidos".
"Es preciso construir con urgencia un nuevo sistema de regulaciones financieras internacionales obligatorias que impidan que una crisis como la actual vuelva a producirse y que decisiones financieras de gran trascendencia vuelvan a estar en manos de simples especuladores", reitera el sindicato.
Además, apuesta también por crear un instrumento para la gobernanza económica del mundo que, en lo inmediato, promueva un plan de relanzamiento económico que no permita que la recesión económica se transforme en prolongada depresión. Ambos instrumentos deben anclarse sólidamente en la ONU, según CC.OO., y tener procedimientos eficaces de diálogo social con las internacionales sindicales y de los patronales.
Por otro lado, el sindicato cree que otro de los retos de la nueva administración estadounidense en el escenario internacional pasará por activar el multilateralismo en las relaciones internacionales, el fin del periodo neoliberal y la gobernanza de la economía mundial, aceptando el papel del sindicalismo internacional en el establecimiento de un nuevo sistema financiero.
Por último, considera imprescindible, para avanzar en el camino antes citado, el cierre inmediato de los centros de internamiento de Guantánamo, Abu Grahib (Irak) y Bagram (Afganistán), que algunos observadores internacionales ya han calificado de "brutales centros de tortura".
