MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La empresa lucense Pescados Rubén está desarollando un nuevo tipo de fertilizante orgánico a base de algas marinas y restos de pescado, para que pueda ser utilizado en la agricultura ecológica. Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Plan Gallego de I+D+i.
La responsable de la iniciativa, ubicada en el Ayuntamiento costero de Foz, considera que el nuevo fertilizante también permitirá minimizar el impacto ambiental y la contaminación que pueden generar los restos orgánicos de pescado y algas marinas, además de crear una industria local que abrirá vías de negocio, mediante la comercialización del producto que resulte del proceso de investigación, que desembocarán además en la creación de nuevos puestos de trabajo.
En realidad, esta investigación parte de una tradición muy arraigada en las zonas costeras de Galicia, donde la cultura del mar convive con la producción agraria de la tierra. Las algas ya fueron utilizadas como fertilizantes, pero en esta ocasión, la innovación del proyecto consiste precisamente en mezclarlas con los restos de pescado para obtener un mejor abono, aprovechable para la agricultura ecológica.
La recogida de algas para que sea utilizada como materia prima se está realizando en playas de la costa de Lugo, concretamente en arenales entre Burela y Foz. Los restos de pescado también proceden de las lonjas de la Mariña lucense y de la planta de Pescados Rubén, que produce unas 600 toneladas de pescado al año.
