El 40% de los empresarios cree que el cambio político tiene causas negativas en la economía española
MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
El 44% de las empresas españolas medianas y grandes se muestran escépticas acerca de la influencia de los posibles cambios políticos que podrían traer las próximas elecciones generales en la economía, aunque la preocupación ante los comicios ha crecido del segundo al tercer trimestre, según el 'International Business Report' de Grant Thornton.
En concreto, el porcentaje de empresarios que temen que los cambios políticos tengan efectos negativos en la economía española era del 35% en el segundo trimestre y ha crecido hasta el 40% entre julio y septiembre, de acuerdo con este estudio, que entrevista trimestralmente a más de 2.500 altos directivos de empresas en 35 países, de los cuales cien se encuentran en España.
El aumento de la preocupación de los empresarios ha sido mayor en lo referido a sus propios negocios. En la encuesta realizada en mayo sólo un 21% preveía efectos negativos de los cambios políticos en el crecimiento de sus empresas, mientras que en la de septiembre ese porcentaje ha aumentado diez puntos, hasta el 31%.
Aunque sigue predominando el escepticismo sobre la influencia de los cambios políticos en la economía española con el 44%, este porcentaje ha caído tres puntos respecto al trimestre anterior. El 58% de los encuestados no prevé que los cambios políticos tengan consecuencias de importancia en su propio crecimiento empresarial, diez puntos menos que en el trimestre anterior.
Por otra parte, siguen siendo minoría los que consideran que el cambio político podría ser positivo, con un 10% en el caso de la economía española y un 2% en lo referido al crecimiento del propio negocio. Aumenta, por el contrario, el porcentaje de indecisos sobre la cuestión con un 7% y un 9% respectivamente.
"El ligero aumento de la preocupación respecto al trimestre anterior se explica por la proximidad de las elecciones generales a la que se unen otros factores políticos como el ruido continuo de la situación en Cataluña", ha apuntado el economista jefe de Grant Thornton y asesor del fondo Alinea Global, Álvaro Sanmartín.
Sin embargo, el economista considera que "el divorcio entre economía y política nacional continúa". Según Sanmartín, salvo en determinados sectores muy regulados, el empresariado medio español parece entender que su crecimiento depende más de las decisiones del Banco Central Europeo (BCE), de las fluctuaciones del precio del crudo o del tipo de cambio del euro que de los resultados electorales.
LA INCERTIDUMBRE POLÍTICA NO AFECTA A LAS PERSPECTIVAS DE EMPLEO
La incertidumbre política no parece afectar a las previsiones de los empresarios para el empleo en los próximos doce meses, ya que en el tercer trimestre las perspectivas de empleo de las empresas españolas son las mejores desde 2007. Más de la mitad de los líderes empresariales, un 54%, prevé aumentar su plantilla en los próximos meses, frente a un 4% que se plantea nuevos despidos. En el mismo periodo del año pasado, sólo un tercio de los directivos preveía nuevas contrataciones.
En relación con el resto de los principales indicadores de los negocios, el balance de perspectivas (es decir, la diferencia entre los que esperan aumentos y quienes prevén descensos) se sitúa en valores "claramente positivos" en cuanto a facturación (61 puntos), beneficios (51 puntos) y exportaciones (36 puntos), sensiblemente por encima de la media de la eurozona, según el estudio.
Un 19% de los directivos vaticina aumentos de sueldo reales (por encima de la inflación) en el corto plazo, cuando hace un año ese porcentaje sólo alcanzaba el 9%.
El optimismo empresarial a corto plazo está "bastante justificado" mientras persistan factores como la caída del crudo, la debilidad del euro o los bajos tipos de interés, ha apuntado Sanmartín.
En este sentido, "sería muy positivo que el gobierno que salga de las próximas elecciones generales aproveche los actuales vientos de cola para afrontar retos fundamentales que acechan a nuestra economía en el medio y largo plazo", como el bajo crecimiento potencial, la alta deuda externa neta o el excesivo aumento de la desigualdad, ha concluido.
