BRUSELAS, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -
El pleno de la Eurocámara ha reclamado este jueves reforzar los derechos de los pasajeros aéreos y garantizar en concreto que los viajeros que se queden en tierra por la quiebra de una aerolínea sean repatriados sin ningún coste. Además, los parlamentarios piden que los pasajeros tengan dos horas para cancelar una reserva en Internet de forma gratuita.
Las compañías aéreas deben asegurar la presencia de personal de asistencia en todos los aeropuertos en los que operan, así como establecer un servicio telefónico destinado a todos los pasajeros una vez realizada la reserva. Esta asistencia debe proporcionar información y propuestas alternativas en caso de imprevistos y su coste no excederá en ningún caso el de una llamada local, señala la Eurocámara.
Los eurodiputados piden a la Comisión que introduzca un formulario de reclamación traducido en todas las lenguas de las UE que los pasajeros puedan utilizar en caso de que haya problemas con la aerolínea. Los pasajeros que se queden en tierra en caso de quiebra de la compañía aérea tienen derecho a ser repatriados sin coste alguno.
El Parlamento pide al Ejecutivo comunitario que asegure el cumplimiento efectivo de la normativa existente sobre transparencia de los precios y prácticas comerciales desleales, para garantizar que el precio anunciado constituye un reflejo justo del precio final.
Todos los costes operativos que no sean opcionales y los cargos inherentes a los gastos administrativos y al medio de pago deben estar incluidos en la tarifa y aparecer indicados claramente. Los diputados también piden a las compañías aéreas que cobren solo el coste real del uso de la tarjeta de crédito en las reservas a través de Internet.
El informe del Parlamento insta a la Comisión a que elabore una lista negra con las cláusulas abusivas específicas utilizadas en el sector del transporte aéreo y destaca la necesidad de adoptar medidas para proteger a los pasajeros contra la reprogramación unilateral de los vuelos, la transferibilidad de los billetes y la discriminación de precios basada en el país de residencia del pasajero. Por otra parte, los billetes aéreos deberían indicar el impacto medioambiental del vuelo.
