El vicepresidente ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán, analiza en esta entrevista para Europa Press los vínculos existentes entre la responsabilidad social y la discapacidad, con motivo de la jornada 'El talento con discapacidad y la accesibilidad como ventajas competitivas', celebrada recientemente por el Foro Inserta Responsable con la CEOE y la Confederación de Empresarios de Galicia.
.- ¿Qué ventajas genera la discapacidad para las empresas como reza el lema de la jornada celebrada en Santiago de Compostela?
Son muchas, la primera es que hay una serie de beneficios fiscales y sociales, es la más obvia y está en todos los escritos. Además, se incorpora a gente que tiene talento y está acostumbrada a afrontar problemas, más que el resto de la población porque han tenido que sortear dificultades a la hora de estudiar, desplazarse..
Asimismo, el hecho de incorporar a gente diversa supone un valor añadido porque implica conocer mejor a la sociedad y a clientes como mayores o personas con discapacidad, un segmento que supone el 30 por ciento de la población. No se puede renunciar a este porcentaje.
Por otro lado, se emplea a gente que tiene una motivación especial y que saben discriminar lo que es importante de lo que no, además de tener un mayor compromiso con este tipo de compañías.
.- ¿Es algo que sólo afecta a las grandes empresas o también están involucradas las pymes?
Fundación ONCE cuenta con 70 grandes empresas colaboradoras que han contratado a 10.000 personas con discapacidad en los últimos años. Sin embargo, para llegar a las 8.000 personas contratadas el año pasado se contó con el apoyo de 4.000 empresas anónimas, como talleres, ferreterías o tonterías, que provocan un efecto muy importante porque si se logra una contratación en un pueblo se genera un mayor impacto mientras que en una gran ciudad como Madrid es algo más anónimo.
.- ¿Se perciben avances concretos en este tema?
La velocidad del avance depende de las posibilidades, en una zona rural hay menos opciones pero la gente está más mentalizada y la contratación provoca un cambio cultural muy importante.
Las grandes empresas también provocan un efecto escaparate muy importante que puede ser seguido por las empresas pequeñas que piensan: "si ellos pueden, yo también"; pero hay que dárselo muy hecho e informar muy bien, tienen que verlo como algo fácil y nosotros podemos ayudar.
.- ¿Cómo influirá la reciente aprobación de la Estrategia Española de RSE en la contratación de las personas con discapacidad?
En general, los temas de RSE avanzan lentos en Europa por el 'lobby alemán' pero es algo que no para porque se ve al colectivo como consumidor e inversor. Se han incorporado pasos avanzados en discapacidad que esperemos se consoliden desde la voluntariedad.
La empresa no es una institución querida porque no es lo es por desgracia pero si se preocupa de estos temas --mayores, discapacidad-- será el camino para ganar prestigio social y complicidad con la población. Tiene por delante un campo en el que sólo puede ganar, no perder.
