Publicado 26/02/2014 16:50

Fundación ONCE y Fundación Repsol:"Las barreras a la inclusión de universitarios discapacitados están en etapas previas"

SONY DSC
FUNDACIÓN REPSOL Y FUNDACIÓN ONCE

La Fundación ONCE y la Fundación Repsol han unido sus fuerzas para reducir el abandono escolar entre estudiantes con discapacidad a través del Programa 'Formación sin Límites'. En esta entrevista, la directora de Empleo, Formación y Proyectos en Fundación ONCE, Sabina Lobato, y la responsable del Área de Educación y Formación de la Fundación Repsol, Victoria Salvador, profundizan en el proyecto.

.- ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha este programa?

Sabina Lobato: Nuestra colaboración con Repsol se remonta a la firma de un convenio Inserta en el año 2006, fruto del cual pudimos detectar la dificultad a la hora de encontrar perfiles cualificados para cubrir algunas de las ofertas de empleo disponibles. Con este motivo, y tras haber detectado que el momento en que se produce el abandono del sistema escolar coincidía con la finalización de las etapas de educación obligatoria, decidimos poner en marcha el programa de sensibilización educativa 'Tu Formación no tiene Límites. Desarrolla tu Futuro', dirigiendo todos nuestros esfuerzos a los estudiantes del segundo ciclo de ESO, Bachillerato, ciclos formativos y Programas de Cualificación Profesional Inicial, pero también de sus profesores y de sus padres, madres y tutores ya que resulta fundamental la implicación de todos los colectivos implicados en la tarea educativa para conseguir que el número de alumnos con discapacidad que acceden a la universidad aumente de manera significativa a medio plazo.

Victoria Salvador: Desde la Fundación Repsol se puso en evidencia, por los diferentes análisis de los últimos años, que las personas con discapacidad acceden en menor medida a la formación universitaria en comparación con el resto de la población. Así, el número de alumnos con discapacidad que cursan estudios universitarios es del 0,5 por ciento, la mayoría a través de la UNED, que concentra a un tercio de todo el alumnado con discapacidad. En general, vimos que había un abandono muy temprano entre personas jóvenes con discapacidad y desde la empresa se vio que había una escasa presencia en carreras técnicas. Por todo ello, había un reto al que dar respuesta.

.- ¿Están las universidades preparadas para acoger a estudiantes con discapacidad? ¿Cuáles son las principales barreras que debe sortear este colectivo?

S.L: En general podemos decir que el grado de preparación para la acogida de estudiantes con discapacidad es satisfactorio y, sobre todo, se ha mejorado mucho en los últimos años en parte gracias a la labor de la Fundación ONCE con programas con el Campus Excelencia Internacional en colaboración con el Ministerio de Educación en su momento y el propio compromiso de las universidades.

Las barreras, aunque sigan existiendo oportunidades de mejora en las propias universidades, se encuentran más bien en la etapa previa; expectativas de futuro que se construyen los jóvenes en función de sus vivencias en la etapa escolar, actitud de los padres y tutores hacia una mayor o menor protección y/o miedo a enfrentar a sus hijos e hijas a situaciones para las que no estén preparados o no vayan a tener los apoyos y la seguridad que tienen en la familia, y muy importante grado de inclusividad de los proyectos educativos de los centros, compromiso del profesorado y los orientadores hacia el progreso académico máximo del alumnado con discapacidad tal como establece la convención de derechos de las personas con discapacidad de Naciones Unidas en su artículo 24.

V.S: Después de dos años de andadura del proyecto, intervino el Ministerio de Educación a través de los 'Campus sin límites', inspirados en los campus científicos que promueve Educación para alumnos excelentes con el fin de que tengan contacto con la universidad. Gracias a esta iniciativa --que afronta su tercera edición--, los estudiantes puedan participar durante una semana en un campus, en su propia universidad, con el fin de suplir carencias y conocer protocolos de actuación, además de ofrecer información práctica a alumnos y padres que, por desconocimiento, tienden a sobreproteger a los hijos, ya que hay muchas barreras psicológicas.

Por otro lado, el primer paso de 'Formación sin limites' consistió en una experiencia piloto a modo de testimonio en la que una persona con parálisis cerebral licenciada en Bellas Artes iba por los centros contando su experiencia en primera persona. Después, se grabó un vídeo de 12 personas con discapacidad ya integradas y se elaboró una guía educativa para que los centros pudieran trabajar de modo autónomo. También se están realizando investigaciones sobre las necesidades formativas de los maestros, así como sobre los intereses e inquietudes de familiares y tutores de estudiantes con discapacidad.

.- ¿Podemos decir que la educación que se ofrece en España es inclusiva?

S.L: Desde el punto de vista formal, la educación obligatoria debe ser inclusiva. El reto está en el 20% de alumnado que está en centros de educación especial y que no nos permite decir que nuestro modelo educativo sea inclusivo. Por otro lado, al estar las competencias educativas en el ámbito de las Comunidades Autónomas también hay diferencias por territorios por ejemplo en los casos de comunidades como las que tienen centros de atención preferente por discapacidades, es decir, en Madrid pongamos el ejemplo de un alumno con una discapacidad física severa que necesita un centro educativo accesible (desde el punto de vista de la accesibilidad física), es muy probable que su familia no pueda escoger el centro público que desee y que tenga que acudir al de referencia para su tipo de discapacidad que en ocasiones le puede conllevar desplazarse de su municipio de residencia con lo que esto conlleva en cuanto a relaciones sociales con su entorno, lo mismo para alumnos con discapacidades auditivas, con TEA, etc. Esto es educación inclusiva a medias, el alumno o alumna y su familia deben poder escoger el centro que mejor les convenga al igual que el resto de alumnos y familias independientemente de que tenga o no una discapacidad.

Además de lo indicado, las etapas post obligatorias es en las que debe poner el foco de atención para evitar que el talento de alumnos y alumnas con discapacidad se quede en el camino. Por ello, el reto se sitúa en la incorporación en las etapas de educación obligatoria de proyectos educativos en los centros que contemplen metodologías y apoyos, con el objetivo de reducir el porcentaje de alumnos y alumnas en centros de educación especial y que permitan optimizar el desempeño educativo de cada alumno/a.

V.S: No puedo aseverar si la educación es o no inclusiva en España pero en este programa nos dimos cuenta de que un obstáculo muy importante es la formación de los orientadores en institutos y colegios, ya que la falta de conocimiento da muy malos consejos a los alumnos. Es un campo de actuación imprescindible para poder avanzar y dar informacion práctica de rigor.