Actualizado 17/06/2008 21:03

Miles de víctimas del 'Nargis' no serán identificadas nunca debido a la lentitud de la recuperación de cuerpos


MADRID, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -

Miles de las personas muertas durante la devastación del ciclón 'Nargis' el pasado mes en Birmania puede que nunca sean identificadas, debido a la lentitud en la recuperación de los cadáveres, según declararon los trabajadores humanitarios desplegados en el país asiático a la agencia de noticias de la ONU IRIN.

La magnitud del desastre ha significado que un gran número de supervivientes en muchas de las remotas comunidades del delta de Irrawaddy fueron abandonados a la hora de tratar con un gran número de cuerpos, tanto de familiares como de extraños, con un pequeño o inexistente apoyo oficial.

"Está claro por la información que se nos ha dado que no se está realizando ningún acercamiento consistente, ni está planeado", declaró a IRIN un portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Craig Strathern. "Este problema se da especialmente en comunidades locales que tienen que tratar este problema en sus inmediaciones", añadió.

Algunos supervivientes del 'Nargis' dijeron a los trabajadores humanitarios que se deshacían de los cuerpos de cualquier forma que pueden, ya sea a través de su entierro, cremación u otros métodos, en busca de restaurar la normalidad y conseguir reconstruir sus vidas.

"Los granjeros dicen que lo único que hacen es echar los cuerpos al río", afirmó un portavoz de la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR), John Sparrow, que acaba de regresar de la zona del desastre. "Están desesperados por comenzar su estación de siembra de arroz. Si encontraran cuerpos que no pudieran reconocer, sólo los arrojarían al río", añadió.

El ciclón dejó cerca de 133.000 muertos o desaparecidos y más de 2,4 millones de personas en la indigencia, pero después de más de seis semanas las agencias humanitarias aún luchan por distribuir alimentos, agua y otros materiales de primera necesidad, por lo que la tarea de enterrar a los cadáveres no ha sido considerada una prioridad, especialmente después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijera que los cuerpos tenían poco riesgo de contagiar enfermedades.

ESFUERZOS CONJUNTOS

En algunas de las zonas más pobladas, las autoridades locales hicieron esfuerzos conjuntos para reunir y disponer de los cadáveres, mientras que se trajo mano de obra extra desde Rangún para ayudar en las tareas. Sin embargo, los habitantes de las zonas más remotas o aisladas han sido abandonados para que lo hagan solos.

Los informes indican que en muchas vías de agua y zonas remotas sin muchos supervivientes, los cuerpos tienen todavía que ser reunidos y, recientemente, se informó de la aparición de más de 300 cadáveres en una popular playa en el estado de Mon, a cientos de kilómetros del punto de impacto del ciclón.

"Se ha dejado mucho tiempo abandonados a los líderes locales para que decidan ellos mismos cómo tratar con el problema", afirmó Sparrow. "Estamos hablando de una zona generalmente aislada, con una limitación en el transporte y en la logística. No es sorprendente que se haya priorizado la distribución de la ayuda de emergencia", añadió.

EL PRECEDENTE DEL TSUNAMI

La lentitud en la gestión de los cuerpos y la falta de cualquier esfuerzo a gran escala para la identificación de las víctimas contrastan con las secuelas del tsunami que se produjo en el año 2004 y que dejó más de 200.000 muertos.

En Tailanda, donde los extranjeros, principalmente turistas europeos, sumaron la mitad de los cerca de 8.345 muertos, las autoridades realizaron una operación forense para identificar a las víctimas, una iniciativa apoyada con fondos y tecnología de Gobiernos de todo el mundo.

La operación tailandesa empleó evidencias forenses, como huellas dactilares, piezas dentales y muestras de ADN para intentar identificar los cuerpos. En Indonesia, donde murieron más de 165.000 personas, los esfuerzos fueron más rudimentarios, como la identificación visual durante los primeros días de los cuerpos o por el reconocimiento de los efectos personales.

Pero hubo una campaña grande y apoyada por el Gobierno para enterrar a los cadáveres rápidamente, de acuerdo con la costumbre islámica, creando sepulturas como si fueran pequeños monumentos conmemorativos. "En Indonesia, la gente aceptó que nunca encontraría a sus seres queridos pero, al menos, pueden ir a un sitio donde recordarlos incluso si no están seguron al 100% de que sus familiares están ahí", afirmó Strathern.

IDENTIFICACIONES

Los supervivientes del ciclón se muestran resignados a aceptar la pérdida de sus familiares sin una prueba definitiva ni un lugar conmemorativo, mientras que en las leyes locales no se requiere una verificación formal del fallecimiento.

"Aquí existe la suposición de que que si no hemos visto a nuestros seres queridos durante dos o tres semanas es que probablemente han muerto", aseguró Strathern. "No hay expectativas de que realicen algo similar a una comprobación de muestras de ADN", añadió.

El CICR ha estado distribuyendo equipamientos protectores, como guantes y máscaras, para ayudar a los voluntarios con la tarea de disponer de los cuerpos y la demanda de estos suministros está creciendo.

"La prioridad era asegurar que los cuerpos eran enterrados con dignidad y de acuerdo con unos mínimos requisitos legales. Hay una cuestión humanitaria en juego, y es cómo tratar con las víctimas de forma que se minimice el sufrimiento de sus familiares", concluyó Strathern.