Actualizado 14/08/2008 19:22

Las ONG extranjeras en Afganistán restringen el movimiento de su personal y consideran suspender operaciones

KABUL, 14 Ago. (Reuters/EP) -

Las organizaciones de ayuda humanitaria extranjeras que realizan su trabajo en Afganistán han restringido los movimientos de su personal y afirmaron hoy que están considerando suspender sus operaciones en algunas zonas del país después de que presuntos milicianos talibán asesinaran ayer a tres cooperantes.

Las ONG activas en la provincia de Logar, provincia a la que se dirigían ayer las tres cooperantes cuando fueron asesinadas en una persecución, también han restringido los movimientos de su personal en esta provincia mientras se realiza una investigación sobre las muertes de las cooperantes y, además, están revisando si es seguro continuar las operaciones en esa zona.

"Creo que es necesario que los grupos insurgentes sepan que las ONG no son parte de este conflicto, que estamos aquí para ayudar al pueblo afgano (...) que hay muchas personas que dependen de los suministros humanitarios y que este tipo de sucesos pone en peligro el trabajo de las agencias humanitarias en todo el país", afirmó un cooperante que prefirió permanecer en el anonimato.

La creciente violencia ya ha obligado a las agencias de ayuda humanitaria a reducir su trabajo en Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, que está afrontando los altos precios de los alimentos, la sequía y la insurgencia talibán. Las tres mujeres asesinadas trabajaban para la ONG International Rescue Committee (IRC) y murieron tras dispararlas mientras viajaban hacia Logar, una provincia pacífica hasta comienzos de este año situada al sur de la capital, Kabul.

El IRC tiene como objetivo dar refugio, agua potable y recursos sanitarios a los refugiados que vuelven a Afganistán, aunque tras lo sucedido ha suspendido todos sus programas de ayuda humanitaria en el país de forma indefinida.

Algunas ONG han estado activas a distinto nivel en Afganistán desde hace 30 años, y han estado presentes durante la ocupación soviética, la guerra civil y el Gobierno talibán, y es poco probable que se retiren del país.

"Pero lo que sucederá si este tipo de hechos continúan es que las ONG se verán obligadas a (...) reducir el ámbito de sus actividades y, en última instancia, las únicas personas que sufrirán son los afganos, que dependen de la ayuda que las ONG dan", añadió el cooperante.

REVISIÓN DE LA SEGURIDAD

Afganistán ha quedado destrozado por cerca de 30 años de guerra, pasando de ser un ya empobrecido país a uno de los más pobres en todo el mundo. La esperanza de vida es de 44 años y uno de cada cinco niños mueren antes de cumplir los cinco años.

El Gobierno afgano, respaldado por cerca de 70.000 efectivos extranjeros, está luchando para derrotar a la insurreción talibán más de seis años después de que las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaran al Gobierno talibán tras los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Un grupo de cerca de 100 agencias humanitarias activas en Afganistán se han quejado este mes de que el aumento de violencia les ha obligado a limitar su trabajo y apelaron a todas las partes involucradas en el conflicto a respetar su neutralidad. Al menos 20 trabajadores afganos de ONG han muerto este año, pero el asesinato cometido ayer de las tres cooperantes del IRC ha sido el más mortífero cometido contra trabajadores humanitarios extranjeros en los últimos años.

Mientras que la mayor parte del sur de Afganistán, así como las provincias de Kandahar y Helmand, han permanecido fuera de los límites para los trabajadores humanitarios durante largo tiempo, las ONG afirman que la creciente inseguridad al sur de Kabul amenaza ahora su trabajo.

El enviado especial de la ONU a Afganistán, Kai Eide, tiene previsto reunirse hoy con agencias internacionales de ayuda humanitaria "para debatir sus preocupaciones y ofrecer ayuda para asegurar la continuación de los programas y proyectos que tan desesperadamente necesitan las comunidades vulnerables", afirmó el portavoz de la ONU, Aleem Siddique.