Actualizado 15/12/2009 13:47

Países del Pacífico asiático alertan sobre los efectos del cambio climático en los océanos

Coral
Cat Holloway / WWF


MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los ministros de las Islas Salomón y Indonesia, en representación del Triángulo de Coral, asistieron este martes a la Cumbre del Clima de Copenhague para alertar sobre las consecuencias del cambio climático en los océanos, los estados costeros y los arrecifes de coral.

Según el ministro de Medio Ambiente, Conservación y Meteorología de las Islas Salomón, Gordon Darcy Lilo, "los océanos juegan un papel crítico en nuestras vidas, y los impactos causados por la variabilidad de clima y el cambio son una de las mayores amenazas para el Triángulo de Coral", integrado por Indonesia, Filipinas, Malasia, Papua Nueva Guinea, las Islas Salomón y Timor Oriental.

Por ello, Lilo presentó ante los mandatarios reunidos en la cumbre un comunicado conjunto en el que se alerta sobre el impacto del cambio climático en los arrecifes de coral y la industria pesquera, ante el aumento del nivel del mar o de las temperaturas, entre otros efectos. Por su parte, el ministro indonesio de Asuntos Marítimos e Industria pescadera, Fadel Mahoma, hizo un llamamiento a los políticos reunidos en la capital danesa para adoptar las medidas propuestas por el Triángulo de Coral para preservar estos ecosistemas.

En el documento, firmado hace un mes por estos seis países del Pacífico asiático, se recuerda que el Triángulo de Coral aglutina cerca del 75 por ciento de los corales, así como más de 3.000 especies de pescado, que abastecen a cerca de 240 millones de personas.

Hasta la fecha, la zona ha recibido ayudas por valor de 300 millones de dólares (206,2 millones de euros) procedentes del Banco de Desarrollo asiático, el Gobierno australiano, la Unión Europea o el Fondo Mundial de la Naturaleza, entre otros. Tras la reunión, el presidente del Fondo Mundial Ambiental (GEF, por sus siglas en inglés), Monique Barbut, señaló que "no se debe olvidar que la contaminación de las aguas amenaza a la seguridad de los alimentos para millones de personas, a menudo, los más vulnerables y pobres".