MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las ONG UNICEF Comité Español, Save The Children, Plan España y Amnistía Internacional han recibido con "gran alegría" y "orgullo" la noticia de la concesión del Premio Nobel de la Paz a la activista paquistaní de 17 años Malala Yousafzai, una "heroína" cuya lucha por la educación casi le cuesta la vida y que se ha convertido en "la voz de millones de niños y niñas que piden una educación de calidad".

   "Estamos orgullosos porque ha puesto el derecho a la educación como elemento esencial sobre la mesa en la comunidad internacional", ha indicado en declaraciones a Europa Press el director ejecutivo de UNICEF Comité Español, Javier Martos, al recordar la visita de esta joven a la Asamblea General de las Naciones Unidas.

   El 12 de julio de 2013, ante el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, Malala aseguraba: "Los terroristas pensaron que cambiarían nuestros objetivos y frenarían nuestras ambiciones pero nada cambió en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. La fuerza, el poder y el valor nacieron".

   Por ello, Martos está seguro de que este Premio Nobel reafirmará aún más a Malala como "portavoz de los problemas a los que se enfrentan los niños en el acceso a la educación en muchas comunidades" y como altavoz de la Convención de los derechos de la infancia.

   Por su parte, la directora general de Plan España, Concha López, que comparte la alegría, ha definido a Malala como "una mujer maravillosa con una madurez increíble" y "mucha fuerza" algo que "tuvo que demostrar con su vida", según ha recordado, pues el 10 de octubre de 2012 fue tiroteada por los talibán.

   La menor había escrito en 2009 un diario para la BBC en urdu sobre la vida bajo el control de los talibán, que controlaron esta zona de Pakistán durante ese año. Además, se había hecho conocida por su acérrima defensa de la educación de los niños como ella.

   "Estamos muy contentos por lo que representa para millones de niños y niñas que no solo no tienen acceso a la educación sino que les impiden terminar su educación y formación", ha subrayado López.

   También ha indicado que el Premio puede servir como una llamada más de atención "a la sociedad, las instituciones, los organismos y, sobre todo los gobiernos" porque, según ha recordado, 65 millones de niñas no van a la escuela en el mundo.

   Save The Children ha destacado que Malala representa "a las voces de miles de millones de niños que piden una educación de calidad" y que este premio invita a todos a actuar "contra la violencia, discriminación y crueldad" hacia la infancia.

   "Malala, que se negó a verse oprimida por el extremismo y la discriminación, es una gran fuente de inspiración para todos los niños que quieren aprender y, especialmente, para las niñas", subraya la ONG para añadir que "hoy es un día histórico para los derechos de los niños".

RECONOCIMIENTO PARA SATYARTHI

   Asimismo, destaca la labor del otro Premio Nobel, el activista de derechos humanos hindú Kaylash Satyarthi, "un abierto defensor de los niños que sufren abusos, explotación infantil y tráfico de personas".

   Precisamente, el secretario general de Amnistía Internacional, Salil Shetty, ha manifestado que el trabajo de ambos Premios Nobel de la Paz "representa la lucha de millones de niños y niñas de todo el mundo" y ha añadido que la concesión de este galardón a ambos activistas "muestra que se trata de una cuestión que importa a todos, cualquiera que sea la edad, sexo, país o religión".

   Concretamente, ha subrayado que Malala es "un poderoso modelo, que ha servido de ejemplo a personas de todo el mundo" y que Kailash Satyarthi destaca por su "infatigable trabajo de campaña" contra la esclavitud de millones de niños en la India.

   La concesión de este Premio llega en vísperas de la celebración este sábado del Día Mundial de la Niña, con el que se quiere recordar todo lo que significa ser niña en el mundo --violencia, falta de acceso a la educación, discriminación--.

   Por ello, en este día "histórico", las ONG aprovechan para pedir que "se escuche" a los menores, no solo en los países en vías de desarrollo sino también en las sociedades occidentales, porque tienen "mucho que decir para la mejora de las condiciones de vida y desarrollo" de la infancia y, especialmente, en el ámbito de la educación. Tal y como dice Malala, "un lapicero es un arma muchísimo más potente que cualquier otra".

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