Actualizado 10/12/2012 13:03

HRW insta a Merkel a presionar al presidente de Kirguistán en materia de Derechos Humanos


MADRID, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

La canciller alemana, Angela Merkel, debería plantear al presidente de Kirguistán, Almazbek Atambaev, el problema de los Derechos Humanos que existe en el país asiático durante las conversaciones que mantendrán mañana, según ha demandado este lunes la ONG Human Right Watch (HRW).

Atambaev tiene programado reunirse con la canciller en Berlín en una visita de dos días para conversar sobre cooperación bilateral, educación, salud/sanidad, así como cooperación técnica. Se espera también que el presidente de Kirguistán se reúna con el presidente de Alemania, Joachim Gauck, y con otros altos cargos de la política alemana.

"Alemania ha acertado al invitar al presidente como una forma de alentar a Kirguistán a seguir con las reformas, pero al mismo tiempo, Berlín debería exigir al Gobierno en Bishkek que mantenga sus compromisos internacionales con los Derechos Humanos", ha declarado el director de la división de Europa y Asia Central de HRW, Hugh Williamson. "Un buen lugar por el que empezar es que la canciller Merkel inste a Kirguistán a poner fin de inmediato a la impunidad frente a la tortura, a defender el imperio de la ley y a que deje de acosar a los defensores de los Derechos Humanos", ha añadido.

Kirguistán es el único país de Asia central que ha introducido la democracia y que ha tenido una transición pacífica del poder presidencial. A raíz de la violencia interétnica que afectó el sur del país en junio de 2010, donde cientos de personas murieron y miles se quedaron sin hogar, el Gobierno decidió poner en marcha una serie de reformas políticas y de derechos, como la despenalización de la difamación y la introducción de un mecanismo nacional de prevención de la tortura.

Sin embargo, los abusos continúan, según muestran varias investigaciones llevadas a cabo por HRW. Las autoridades violan los derechos humanos fundamentales, particularmente en el sur del país, donde la etnia uzbeca se ha visto sometida a detenciones, torturas y extorsiones en relación con su participación en los actos violentos que estallaron en junio de 2010. Según HRW, las violaciones graves de los Derechos Humanos en los últimos meses han subrayado la necesidad urgente de continuar con las reformas.

"El presidente Atambaev necesita escuchar que esos abusos y esos acosos a los defensores de los Derechos Humanos no tienen cabida en un país respetuoso con los mismos y que los esfuerzos por acabar con esos abusos son la llave para unas relaciones bilaterales entre Kirguistán y Alemania", ha explicado Williamson.

Kirguistán sigue lidiando con las consecuencias de los enfrentamientos interétnicos de junio de 2010, aunque la situación en el sur ya se ha estabilizado. En los dos últimos años, cientos de uzbekos han sido acusados, considerados culpables y sentenciados a condenas de varios años de prisión, basándose en principalmente en unas confesiones que fueron obtenidas bajo coerción y tortura.