Actualizado 15/01/2009 15:43

MSF denuncia que las ONG apenas pueden responder a las necesidades de las personas afectadas por los conflictos

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MADRID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

La presidenta de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) España, Paula Farias, y el coordinador de Emergencia de MSF, Pablo Marco, presentaron hoy el último informe de la organización en el que destacan las diez crisis humanitarias más desatendidas de 2008 --entre ellas, las de Somalia y Zimbabue-- y en el que aseguran que las organizaciones humanitarias apenas pueden responder a las necesidades de millones de personas afectadas por las guerras en Somalia o Sudán ni a enfermedades como la desnutrición o el sida.

Farias señaló que quieren "pedir a los líderes mundiales que pongan más atención a las crisis de desnutrición infantil, impulsar la firma de acuerdos entre países donantes y receptores en esta línea y pedir que no se olviden de los más pequeños", durante la próxima reunión que la comunidad internacional mantendrá como seguimiento a la última cumbre de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Respecto a la malnutrición infantil, Farias destacó que existe poco compromiso en la lucha contra la desnutrición aguda severa, que causa cada año cinco millones de muertes de niños a pesar de que se cuenta con una respuesta médica eficaz como son los Alimentos Terapéuticos Listos para Usar. Añadió que, en ocasiones, son los propios gobiernos los que obstaculizan esta lucha y recordó el caso de Níger, donde en 2008 el Gobierno obligó a MSF a detener su programa nutricional infantil.

En referencia a otras enfermedades, destacó que aún se trata la tuberculosis "con los mismos métodos y tratamientos que en el siglo pasado y no hay investigación en desarrollo" y que esta enfermedad se ha triplicado en países con una alta prevalencia de sida durante los últimos 15 años.

La presidenta también recordó que las organizaciones humanitarias no pueden cubrir las necesidades de estas crisis debido a su gran magnitud y que no es una responsabilidad que deba ser asumida por las ONG, sino que son situaciones en las que deben implicarse los responsables políticos.

"Hay una gran dificultad para el acceso a muchas de estas crisis, por lo que nuestra acción suele verse interrumpida, y muchas veces nos vemos obligados" a interrumpir nuestra labor "por la falta de seguridad, y esto provoca que dejemos a la población a merced de abusos de los que nadie va a ser testigo", añadió Farias.

SITUACIÓN DE REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

Por su parte, el coordinador de Emergencia de MSF señaló que "República Democrática del Congo (RDC) tiene el 'honor' de haber estado presente en los diez años que lleva publicándose este informe". Marco, que ha participado en la última intervención de emergencia llevada a cabo por MSF en este país, relató el grave problema de las violaciones, en el que "todos los grupos armados tienen culpa, ninguno se libra". Resaltó que MSF tiene un hospital situado en la localidad de RDC donde constatan que "cada vez hay un grado de crueldad mayor contra las mujeres".

A pesar de la inseguridad existente para los trabajadores humanitarios en ciertas zonas de RDC, Marco rechazó la escolta de las fuerzas de paz presentes en diferentes países ya que se enfrentan a un doble problema. "En primer lugar, con una escolta militar uno puede llegar a los grandes pueblos, pero no se puede llegar a los lugares más aislados, que es donde se requiere más ayuda humanitaria", señaló.

"En segundo lugar, una vez que entras con una escolta militar luego es muy difícil que los rebeldes te permitan ir a las zonas donde más se necesita. Además, una vez que tienes escolta militar, nosotros ya no decidimos dónde ir, sino que deciden ellos el lugar y el tiempo, y al depender de fuerzas externas los trabajadores humanitarios perdemos nuestra independencia", añadió Marco.

"Respecto a RDC, estamos siguiendo con preocupación el resurgimiento de un segundo líder que se enfrenta al general rebelde Laurent Nkunda, debido a que desde el punto de vista humanitario, hay riesgo de atomización de las partes enfrentadas, y nuestra experiencia nos dice que esto es negativo, ya que se pierde la disciplina de los combatientes y sólo trae mayores violaciones de los Derechos Humanos", informó Marco.