Lamenta que haya "una inmensa cantidad de divorcios" porque "inquieta a la familia"
BILBAO, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, ha destacado que los cambios que ha habido en la familia y el matrimonio son "un desafío" para la Iglesia, y ha destacado "el cambio de talante, la actitud y las formas de acercarse a los problemas de las familias" que se han dado. Además, ha lamentado que haya "una inmensa cantidad de divorcios" porque "inquieta a la familia".
Blázquez ha participado este sábado en las 'X Jornadas Católicos y Vida Pública en el País Vasco' que se celebran en Bilbao, donde ha mantenido un encuentro junto al obispo de Bilbao, Mario Iceta. En el acto, el también Arzobispo de Valladolid ha recordado sus años como obispo de la capital vizcaína.
El máximo representante de la Conferencia Episcopal se ha mostrado convencido de que, cuando el Papa Francisco convocó dos asambleas del sínodo en años consecutivos (2014 y 2015) para hablar de la familia, no fue solo "un acierto pastoral, sino que fue providencial". En este sentido, ha subrayado que los cambios habidos en la familia en las últimas décadas representan "un desafío" para la Iglesia.
"Es una novedad con muchos elementos que han cambiado y a todos nos interroga con preocupación", ha indicado, al tiempo que ha reconocido que el número de divorcios se ha disparado, algo que "inquieta a la Iglesia", ya que eso implica no solo la separación de dos personas. "La salud de la familia es la salud de la sociedad y de la iglesia", ha añadido.
Asimismo, ha incidido en que la doctrina ante los divorciados "no ha cambiado", lo que ha cambiado es la "actitud, la forma de acercarnos a estas situaciones". "Cuando se hacían elucubraciones de cambios eran eso, elucubraciones. Ha cambiado el talante, la actitud y la forma de acercarnos a los problemas de las familias, los esposos, del noviazgo y los valores y quiebras de la familia", ha reconocido.
En su intervención, Ricardo Blázquez ha valorado "la actitud nueva" que influye a la hora de tratar los problemas e incertidumbres en las familias. "Si Jesucristo dijo que el matrimonio era indisoluble, ningún Papa tiene autoridad para decir que puede ser disuelto. La novedad es con qué espíritu nos acercamos a esas situaciones", ha expresado.
No obstante, ha advertido de que se está padeciendo "una inmensa cantidad de divorcios" y ha señalado que "una puerta abierta es una invitación a entrar por esa puerta y, cuando se convierte en un fenómeno social, termina oscureciendo muchos valores y debilitándonos a todos a la hora de poner los remedios adecuados".
ICETA
Por su parte, el Obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha subrayado que la Iglesia es "un pueblo en camino" y ha subrayadp cómo ha profundizado en cuestiones que afectan a la familia y el matrimonio durante los últimos 50 años. "El Papa Francisco ha profundizado con nuevas luces", ha indicado.
Tras advertir que el Papa quiere "ensanchar horizontes", ha reconocido que muchos separados pueden "no sentir a la Iglesia como una madre que les acompaña". "Ese divorciado vuelto a casar le interesa a Cristo y, por lo tanto, a mí, a mi parroquia. Es una forma nueva para la que hará falta pedagogía", ha manifestado.
En este contexto, Iceta ha incidido en que el Papa afirma que a Cristo le interesan "todas las ovejas y nos dice que tenemos que saber acercarnos a situaciones nuevas", ha indicado en referencia a cuestiones como las parejas de hecho.
