BILBAO, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El embajador de Irán en España, Morteza Saffari Natanzi, y el presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Ángel Corres, se han reunido este miércoles para analizar la situación de los intercambios comerciales y conocer el marco de acceso al mercado iraní para las empresas de Euskadi.
En este contexto, se ha celebrado el encuentro empresarial 'Irán: sectores de oportunidad para las empresas vascas', con la participación de más de 60 compañías, en el que se han dado a conocer las áreas de cooperación económica y las condiciones de acceso al mercado iraní para las empresas de la Unión Europea.
La Cámara de Bilbao realiza misiones comerciales a Irán regularmente desde 1989 y, en los últimos cinco años, se ha acompañado a 75 empresas vascas para ayudarles a introducir sus productos en este mercado.
Hasta noviembre de 2011, el País Vasco exportó a Irán por valor de 135 millones euros, con un incremento del 40 por ciento respecto a 2010 "a pesar de las sanciones", han explicado desde la Cámara. Esta cifra representa el 23,7 por ciento de las exportaciones españolas.
Sin embargo, el comercio vasco con Irán es "muy deficitario" debido a la importación de petróleo, por valor 1.247 millones, y que supone más del 30 por ciento de las importaciones españolas, si bien la Cámara de Comercio ha advertido de que pueden verse ahora afectadas por las nuevas sanciones de la UE.
Entre los productos exportados destacan acero, grupos electrógenos, tubos, hornos y válvulas. Los principales proveedores de Irán son Emiratos Árabes, Alemania y China, mientras que sus clientes principales son Irak, Emiratos Árabes, China, India y Corea.
Irán es el segundo país más extenso de Oriente Medio, con una población de 75 millones de habitantes y un PIB per cápita de 4.880 dólares. Según han indicado desde la Cámara, es un país muy rico en recursos minerales, petróleo y gas, que representan el 30 por ciento del PIB y las tres cuartas partes de sus exportaciones. Asimismo, es un importante fabricante de coches con una producción de 1,5 millones de unidades al año, que da trabajo a 650.000 personas.
También han destacado su "potencial regional muy importante" por su situación estratégica en el Golfo Pérsico, que "acapara una gran parte del tráfico energético del mundo" debido a su posición geográfica fronteriza con Armenia, Azerbaijan, Turkmenistan, Turquía, Irak, Pakistán y Afganistán.
