Tubos Reunidos prevé cerrar la planta de estirados en Pamplona y la acería de Trapaga y trasladar su personal a Amurrio
BILBAO, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
LAB ha denunciado que el plan industrial presentado por Tubos Reunidos, que contempla el cierre de la planta de estirados en Pamplona y la acería de Trapaga, supone "desindustrialización y destrucción de empleo con dinero público".
Tubos Reunidos ha elaborado un plan estratégico 2021-2026 que contempla 60 millones de inversión y que incluye cerrar la planta de estirados en Pamplona y la acería de Trapaga, cuyo personal se trasladaría a Amurrio, con la intención de contar con una única acería en el grupo y una sola instalación de estirados ubicados en la citada localidad alavesa.
En un comunicado, LAB ha denunciado que los comités de empresa de las plantas de Trapaga y Amurrio "se han enterado de la propuesta de la dirección por los medios de comunicación". "Este es el respeto con el que la dirección del grupo ha tratado siempre a sus trabajadores", han censurado.
LAB ha recordado que ya en febrero de este año, ante la solicitud por parte de la dirección de dinero público a la SEPI, manifestó su preocupación de que ese dinero "fuera empleado para destruir empleo".
Por este motivo, LAB y ESK solicitaron a la dirección la negociación de una cláusula de mantenimiento del empleo y de las condiciones de trabajo, pero "la empresa se negó a negociar nada por el estilo".
"En julio, la SEPI concedió una ayuda pública al grupo de 112,8 millones de euros y en el plan industrial presentado hoy nuestras sospechas y temores se han confirmado, la empresa va a utilizar ese dinero público para destruir empleo", ha denunciado.
LAB ha indicado que la empresa "habla de medidas no traumáticas, pero la realidad es que va a utilizarse dinero público, de todos, para destruir puestos de trabajo". "Habla de prejubilaciones (26 en el caso de Productos Tubulares) que van a ser subvencionadas con dinero público, habla de bajas incentivadas que van a ser subvencionadas con dinero público (es decir los trabajadores pagarán sus indemnizaciones con su propio dinero y el del resto de ciudadanos pagando sus indeminizaciones)", ha criticado.
Además, ha advertido que "todos estos trabajadores no van a ser sustituidos por nuevos trabajadores, con lo que la destrucción de empleo va a ser enorme", a la vez que ha indicado que la empresa, en su plan industrial, "no habla de lo que va a suceder con los trabajadores eventuales", por lo que LAB sospecha que serán despedidos.
Además, ha apuntado que en su plan industrial, la dirección habla del cierre de la acería de Trapaga y de Navarra para trasladarlas a Amurrio, por lo que "en ambos casos eso supone el cierre total de las dos plantas".
Tras recordar que la dirección "ya hizo el intento en el año 2018 de cerrar la planta de Trapaga y sólo la lucha de los trabajadores consiguió paralizar el cierre", LAB ha criticado que, en esta ocasión, además, "va a utilizar dinero público para cerrar dos plantas y en el caso de la de Trapaga, ahondar más en la desindustrialización de Ezkerraldea, una de las comarcas más castigadas de Euskal Herria".
En el caso de Navarra, ha dicho el sindicado, la empresa "habla de trasladar los trabajadores a la planta de Amurrio, es decir, una manera indirecta de despedir".
Por todo ello, ha considerado el planteamiento de la empresa "un despropósito y una barbaridad" y ha interpelado directamente a las instituciones porque "no puede permitirse el uso de dinero público para destruir empleo y seguir desindustrializando comarcas".
"En este plan industrial, ¿cuánto dinero pone el grupo Tubos Reunidos?", se ha preguntado LAB, para manifestar que "los malos números que la dirección se afana en presentar, son consecuencia de la situación creada por la propia dirección en la que la plantilla nunca hemos tenido ninguna responsabilidad".
"Y, ahora, se les premia con 112,8 millones de euros para que puedan seguir destruyendo empleo, generando pobreza mientras ellos engordan sus bolsillos", ha denunciado LAB.
