SAN SEBASTIÁN, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -
El juicio por el caso de Amaia Azkue, la vecina de Zarautz de 37 años asesinada en 2011 presuntamente a manos de un menor, que celebra en el Juzgado de Menores de San Sebastián y que estaba previsto quedara listo para sentencia este lunes, se ha suspendido hasta este martes ante el anuncio de presentación de nuevas pruebas por parte de la defensa del acusado.
En las sesiones, que arrancaron el pasado lunes, han comparecido numerosos testigos, entre ellos el marido y allegados de Azkue, y la amiga con la que tomó café el día en que se cometió el crimen.
El juicio arrancó con el testimonio del acusado, A.E., de 18 años, que se ratificó en la segunda declaración que realizó ante la Fiscalía de Gipuzkoa en la que negó haber matado a Amaia Azkue y culpó de la muerte a otra persona, pese a que en un primer momento se confesó autor del crimen. En la sesión de tarde prestaron declaración los agentes de la Etzaintza responsables de la investigación.
El abogado que representa a la acusación particular, Miguel Castells, se ha mostrado sorprendido ante esta suspensión, aunque no cree que suponga una variación en el resultado de la investigación desarrollada por la Ertzaina que está "muy consolidado".
Por su parte, el abogado que ejerce la defensa del acusado, Jaones Labaien, ha explicado que ha pedido la suspensión de la vista ante para la presentación de nuevas pruebas y ha vuelto a solicitar el sobreseimiento de la causa.
El cuerpo sin vida de Amaia Azkue, casada y con dos hijas menores, fue hallado el 16 de marzo del pasado año en las aguas del pantano Ibai-Eder de Azpeitia. El juicio se ha celebrado a puerta cerrada, ya que cuando se produjo este suceso el acusado era menor.
Azkue, residente en Getaria pero natural de Orio, aunque realizaba su vida en Zarautz, estaba casada y era madre de dos hijas. Según las investigaciones de la Ertzaintza, el crimen se cometió a primera hora de la tarde del 16 de marzo, cuando Amaia Azkue recogió al joven en su vehículo en Zarautz y accedió a trasladarle hasta Azpeitia.
Durante el viaje, el menor la habría amenazado y sustraído diversos enseres, incluidas tarjetas de crédito, para, posteriormente, acabar con su vida golpeándola fuertemente en la cabeza. Posteriormente, abandonó el cuerpo de la mujer, que dejó maniatado en el embalse de Ibai-Eder y trasladó el vehículo de la víctima hasta el parking de Loyola, donde lo abandonó.
El ministerio fiscal y la acusación particular, ejercida por la familia de Amaia Azkue, solicitan una pena de diez años de internamiento en régimen cerrado y cinco años de libertad vigilada y piden que la condena se cumpla en una cárcel y no en un centro de menores.
