GHK dice que empleará todos los medios a su alcance para que Gipuzkoa recupere la deuda "ocasionada por los gestores de EH-Bildu"
SAN SEBASTIÁN, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal de Cuentas del Estado ha fallado en favor de los anteriores gestores de GHK nombrados por EH Bildu, Ainhoa Intxaurrandieta e Iñaki Errazkin, por lo que éstos no tendrán que pagar 45 millones de euros, tal y como reclamaba el organismo de gestión de residuos guipuzcoano.
La demanda fue interpuesta por el actual equipo de GHK, a instancias del propio Tribunal, por las "posibles irregularidades" detectadas en las cuentas de la sociedad. En el juicio, los abogados de GHK defendieron que los anteriores gestores de EH Bildu "adoptaron la decisión de rescindir el contrato del CGRG y paralizar la incineradora, al margen del interés general", y que esta decisión ocasionó "graves perjuicios económicos".
Los cálculos realizados por GHK elevaban el perjuicio económico a 45 millones de euros, de los cuales 8,2 millones corresponden a la indemnización, 36,3 millones a lo abonado por los swaps y el resto a gastos indebidamente abonados.
En un comunicado, GHK ha manifestado respetar la sentencia, a pesar de no compartir el sentido de la misma. No obstante, ha recordado que este procedimiento se limita a la responsabilidad contable por alcance de los anteriores gestores, que las auditorías de la sociedad cifran en 45 millones de euros. "Deuda que Gipuzkoa se ha visto obligada a asumir porque Errazkin, Intxaurrandieta y otros decidieron paralizar las infraestructuras, saltándose la Norma Foral aprobada por las Juntas Generales y rompiendo los contratos suscritos en contra de informes técnicos y jurídicos", ha precisado.
Por ello, GHK ha anunciado que empleará todos los medios a su alcance para que Gipuzkoa recupere los 45 millones de deuda "ocasionados por los gestores de EH-Bildu". Los servicios jurídicos de GHK estudian todas las opciones para "preservar el interés público y minimizar el perjuicio ocasionado".
Por otra parte, ha destacado que existe un procedimiento abierto en el que Tribunal Superior de Justicia del País Vasco apreció irregularidades y desviación de poder, en la actuación de los anteriores gestores de GHK, de las que "podrían derivarse responsabilidades" y que todavía está pendiente el pronunciamiento del Tribunal Supremo.
